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Sevilla

Lunes Santo de pleno sol radiante

Sevilla se echó a la calle para disfrutar del Lunes Santo en una jornada en la que se cumplieron los horarios de las hermandades

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Sevilla se echó a la calle para disfrutar de un Lunes Santo en el que el radiante sol ha sido la nota más dominante, sofocante en algunos momentos cuando el gentío inundaba las calles del centro, en esas horas en las que las más populosas ya estaban en el centro y se esperaba la salida de las más antiguas. Al contrario que el Domingo de Ramos, los horarios se respetaron. Sevilla tenía ganas de ver cofradías y se notó desde primeras horas de la tarde. El centro se llenó cuando cayó la noche y se desperdigó hacia los barrios para acompañar a San Pablo, a Santa Genoveva y, en especial, a San Gonzalo.

Era, como todos los Lunes Santos, San Pablo la encargada de abrir un día que, desde primera hora, se anunciaba esplendoroso: las predicciones se cumplían y nadie miraba hacia el cielo. La Hermandad de San Pablo partía hacia la carrera oficial a las 11:30 horas desde su parroquia de San Ignacio de Loyola, en el Polígono de San Pablo, con sus mil nazarenos y con la novedad del nuevo paso de palio de la Virgen del Rosario, inspirado en el paso de misterio y en el que se puede leer algunas letanías del rosario.

Tras esta hermandad le tocaba el turno a la cofradía de Santa Genoveva desde su parroquia de la Avenida de Teatinos, arropada por 1.700 nazarenos y dejando bellas estampas, como su paso por el Parque de María Luisa -igual o más bello incluso a su vuelta- antes de adentrarse en el centro de la ciudad y hacer su estación de penitencia en la catedral.

La imagen del Cautivo en el abandono de sus discípulos presentaba este año la novedad de una túnica bordada con motivo de su LX salida y no se utilizaba en procesión desde hace 35 años.
Los 1.350 nazarenos de la cofradía de la Redención partían a las 15:30 desde la iglesia de Santiago con destino a la carrera oficial, con novedades en los actuales respiraderos y que la comitiva no pasó en esta edición por la plaza de la Alfalfa.

San Gonzalo y Triana

El protagonismo del barrio de Triana es innegable en el Lunes Santo con la salida de San Gonzalo, una de las más emblemáticas del Lunes Santo en particular y de la Semana Santa en general, con 2.400 nazarenos y con una ganada fama de buenos costaleros que mecen como pocos al poderoso paso de Jesús del Soberano Poder ante Caifás.

La virgen de la Salud, de esta hermandad trianera, sale por primera vez este Lunes Santo después de que en octubre pasado fuera coronada canónicamente en el altar del jubileo de la catedral.

Triana, como es habitual, no faltó a la cita para acompañar a San Gonzalo en su caminar hacia Sevilla, agolpándose en el puente de Triana, dejando una de las estampas más carismáticas de la Semana Santa sevillana. Pero tampoco la abandonó en su vuelta: San Gonzalo no tiene hora cuando vuelve a Triana.

La tarde del Lunes Santo proseguía con la salida de Santa Marta desde la parroquia de San Andrés, cuyo único paso (el traslado de Cristo al sepulcro con las imágenes de San Juan, Nicodemo, José de Arimatea, las tres marías y la Virgen de las Penas) marcaba el camino de la transición de la tarde.

 

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Cuando ya el sol comenzaba a esconderse salía la hermandad de las Aguas, desde la capilla del Rosario, y la de la Vera-Cruz, cuyo cristo data de 1550 y que se considera la figura más antigua de la Semana Santa de Sevilla. A ellas les seguiría el Señor de las Penas, atribuido al círculo de Pedro Roldán, y la Virgen de los Dolores, ambas imágenes pertenecientes a la Hermandad de Las Penas, desde su parroquia de San Vicente, custodiadas por sus casi mil nazarenos.

Con la noche ya iniciada, cerraba el Lunes Santo la cofradía de El Museo, que cuenta con una de las figuras más emblemáticas de la Semana Santa sevillana: el Cristo de la Expiración, obra realizada por Marcos Cabrera en 1575 inspirándose en un cuadro que Miguel Ángel regaló a Vittoria Colonna, marquesa de Pescara.

Precisamente fue a la salida de esta Hermandad cuando se produjo el incidente más relevante de la jornada, ya que la Policía Local detuvo a un varón de 50 años que presuntamente había intentado atracar un estanco que se encontraba situado en la confluencia de las calles Pedro del Toro con Gravina coincidiendo con la salida de la cofradía. 

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