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Campo de Gibraltar

Agresores de guardias civiles podrían enfrentarse a 7 años de cárcel

Desde anoche, ocho de ellos están en prisión comunicada y sin fianza

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  • Agente durante la operación. -

os agresores de los nueve agentes de los Grupo de Acción Rápida (GAR) de la Guardia Civil podrían enfrentarse a penas de hasta siete años de prisión, según los delitos que les ha imputado la juez de Algeciras (Cádiz) y por los que, desde anoche, ocho de ellos están en prisión comunicada y sin fianza.

Estos ocho, siete hombre y una mujer, formaban parte del grupo de unas cuarenta personas que sobre las seis de la tarde del pasado cortaron el paso a los nueve agentes cuando, después de comer en un restaurante de la barriada del Rinconcillo de Algeciras, en su día libre, se dirigían a un aparcamiento en la vía pública a recoger sus vehículos.

Los agresores era todos invitados de una comunión que se celebraba en un restaurante aledaño al aparcamiento y tiraron a los agentes piedras, adoquines, ladrillos e incluso algún objeto de hierro y un bate de béisbol, durante un incidente que terminó cuando uno de los agentes realizó tres disparos al aire,

La titular del juzgado de instrucción número 1 de Algeciras, en funciones de guardia, ordenó anoche el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de las ocho personas que han sido detenidas por esta agresión.

Según ha informado el TSJA hoy, la jueza les atribuye los presuntos delitos de atentado a agente de la autoridad del artículo 550-551 del Código Penal, al que le correspondería la pena máxima, cuatro años de prisión, por usar con violencia armas y objetos contra los funcionarios.

También les ha imputado el delito de desórdenes públicos del artículo 557 del Código Penal, que conlleva penas de entre seis meses a tres años de cárcel, con lo que la pena total que les podría corresponder si en el juicio se corroboran estos dos delitos podría alcanzar los siete años de cárcel.

La juez tomó la decisión de enviarles a prisión, aceptando la petición en este sentido de la Fiscalía.

También recogió la juez el criterio del ministerio público de que con este agresión se puso en juego, además del propio orden público, "el libre ejercicio de las libertades deambulatorias de la propia población local, así como la paz pública y la seguridad de cada conciudadano", según explica el TSJA.

Atendiendo a las "elevadas penas de prisión que les podrían corresponder", la magistrada decidió ordenar su ingreso en prisión sin fianza para evitar "el riesgo de fuga y la reiteración delictiva".

La juez adoptó esta decisión después de tomar declaración a los detenidos, que, según fuentes jurídicas, esgrimieron que no sabían que las personas a las que estaban agrediendo eran guardias civiles, y también a testigos y a las víctimas.

Los agentes, miembros de la unidad de los GAR desplegada en el Campo de Gibraltar para reforzar la lucha contra el narcotráfico en la zona, iban de paisano, porque estaban disfrutando de su día libre, pero, según fuentes policiales, se identificaron como guardias civiles al inicio de la agresión para intentar "calmar los ánimos" de los agresores.

Lejos de ello, según las mismas fuentes, más invitados de la comunión su unieron al grupo de agresores y su actitud se hizo más violenta, hasta que uno de los agentes hizo varios disparos al aire y el grupo pudo retirarse, con la ayuda también de unas patrullas de la Policía Nacional que acudieron al lugar

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