El empresario Alfonso García-Pozuelo, que fue dueño de la Constructora Hispánica y es uno de los arrepentidos de la trama 'Gürtel' que confesó el pago de comisiones a cambio de obras públicas, ha comparecido este martes ante la Comisión de investigación del Congreso que investiga la financiación ilegal del PP, pero se ha negado a contestar a los comisionados.
"Encontrándose abiertas distintas causas en la Audiencia Nacional que afectan a mi persona, voy a acogerme a mi derecho a guardar silencio", ha indicado García-Pozuelo cuando el diputado de En Comú Jaume Moya le ha planteado la primera pregunta.
García-Pozuelo fue condenado a dos años de cárcel sustituibles por una multa por los delitos de cohecho y prevaricación continuada, una pena que no le obliga a entrar en la cárcel. El empresario fue el primer arrepentido de los implicados de la trama que colaboró con la Justicia.
Fue en 2015 cuando García-Pozuelo reconoció que había pagado comisiones millonarias a cambio de la adjudicación de contratos públicos. En concreto, admitió haber abonado 4,1 millones 2002 y 2004 al cabecilla de la 'Gürtel', Francisco Correa.
EL 'HOMBRE DE CASCOS'
Los comisionados han intentado que García-Pozuelo reconsiderara su decisión de no declarar para que les explicara sus relaciones con Francisco Álvarez Cascos, ex secretario general del PP y exministro de Fomento entre 2000 y 2004.
A García-Pozuelo se le conocía como 'el hombre de Cascos'. De hecho, bajo su mandato, según la investigación, Constructora Hispánica obtuvo contratos de obras por valor de casi 100 millones de euros.
También le han preguntado por su vinculación con otros condenados por la 'Gürtel' y por el expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, pero el compareciente se ha mantenido en sus trece y no ha dicho ni una palabra.
Esta actitud ha provocado el reproche de los portavoces de los distintos grupos parlamentarios, quienes han lamentado su falta de colaboración y que no haya aprovechado su presencia en el Congreso para demostrar su arrepentimiento y pedir perdón.
Todos salvo el diputado del PP Francisco Molinero, quien ha dicho "comprender" el silencio del compareciente y ha vuelto a utilizar su intervención para denunciar, por enésima vez, que el objetivo de esta comisión no es otro que desprestigiar a su partido.