El autor confeso de la joven profesora Laura Luelmo, Bernardo Montoya, ha sido trasladado sobre las 9,15 horas de este viernes desde la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva hasta los juzgados de Valverde del Camino, donde quedará puesto a disposición de la titular del Juzgado de Instrucción número uno, encargado de la investigación.
Montoya ha salido escoltado por dos agentes entre gritos de 'asesino' por parte de unas 50 personas que lo esperaban en la puerta de la Comandancia para increparlo.
Cabe recordar que Montoya fue detenido el pasado martes a mediodía, fue trasladado al Cuartel de la Guardia Civil de Valverde y posteriormente al de la capital, donde se le tomó declaración al día siguiente y confesó haber acabado con la vida de la joven.
Esa misma tarde lo llevaron hacia su casa, en la localidad de El Campillo, municipio donde apareció el cuerpo de la joven el pasado lunes en un paraje, para reconstruir los hechos y donde también fue increpado por sus propios vecinos.
LA INVESTIGACIÓN
En cuanto a la investigación, la Guardia Civil halló este jueves una manta con restos de sangre en el punto kilométrico 167 de la N-435, cerca de Las Mimbreras, el paraje donde encontraron el pasado lunes su cuerpo, informaron a Europa Press en fuentes de la investigación. En el camino de acceso al cementerio de El Campillo (Huelva) recuperaron también una bolsa de plástico con las llaves del coche y del domicilio de la maestra, además de un monedero y enseres de higiene.
Estas fuentes han explicado que la manta con restos de sangre está pendiente del análisis científico, aunque todos los indicios apuntan a que se trata de restos de la maestra de 26 años natural de Zamora. Tanto a la manta como a la bolsa de plástico han llegado los investigadores tras el interrogatorio de Bernardo Montoya, autor confeso del crimen.
Las llaves son del coche Kia de la joven y de la casa en la calle Córdoba de El Campillo, donde se trasladó a vivir la semana pasada dos días antes de desaparecer, para cubrir una baja en el instituto de Nerva. Tanto esta vivienda como la de enfrente, donde vivía Bernardo Montoya, están siendo objeto de análisis para recabar pruebas del crimen. También se analiza el coche Alfa Romeo negro del autor confeso.
El cadáver de Laura se encontraba boca abajo en este paraje a las afueras de El Campillo, en las inmediaciones de la N-435, concretamente en el punto kilométrico 166, a un kilómetro de donde se ha recuperado la manta. Del cuerpo alertó sobre las 12,00 horas del lunes un voluntario que participaba en las labores de búsqueda, ya que encontró prendas de mujer. La Guardia Civil halló a unos 200 metros del lugar del hallazgo de las prendas el cadáver, semioculto en una zona de terraplén y matorrales.