El riesgo cardiovascular es una realidad entre la población jienense y el 66% de los casos corresponde al consumo de tabaco, el 12% a la obesidad asociada al sedentarismo y en el 17% de los casos a una alta tensión arterial. De ahí que la demanda de pacientes para conseguir la desahabituación tabáquica y la pérdida de peso de manos de profesionales sanitarios crezca cada año.
Así lo reconoce el médico Héctor Entrambasaguas, responsable de los cursos de deshabituación tabáquica y talleres de adelgazamiento que se imparten en el centro de salud del Bulevar. “El tabaquismo está considerado como una enfermedad crónica, con un gran carácter adictivo y recidivante y es la primera causa de muerte. Uno de cada cuatro consumidores de tabaco morirá por esta causa, acortando su vida una media de quince años”, recuerda.
Por ello, el objetivo de los cursos es “aumentar la salud” de los jienenses. “El85% de los fumadores que acuden a los cursos, consigue dejar el tabaco”, reconoce.
“Abordar desde el sistema sanitario la problemática del tabaco, la obesidad y el sedentarismo es contribuir a mejorar la salud de la población de una forma muy importante”, valora.
El acceso a los grupos de deshabituación tabáquica y adelgazamiento está protocolizado y es cada médico o personal de Enfermería quien valora en consulta al paciente y determinan su inclusión. Los talleres para dejar de fumar se celebran cada mes y medio, con una media de asistente de 25 personas. “Aún son más los hombres que fuman, respecto a las mujeres, aunque el problema es que ellas son más sensibles a los efectos adversos del tabaco”, reconoce.
Al año, alrededor de doscientas personas dejan de fumar con esta ayuda sanitaria, una cifra similar a la que pierden peso con los talleres de adelgazamiento. Estos tienen una duración de dos meses y medio y se realizan dos antes de la época estival y uno después del verano, con una media de asistentes de entre 40 y 45 personas por curso. “El nivel de éxito depende de los kilos que tenga que perder cada usuario. Hay personas que han conseguidos reducir hasta veinte kilos”, apunta.
“Si se abandona el tabaco y se pierde peso mediante una alimentación adecuada, realizando un mínimo de ejercicio simple durante treinta minutos, conseguimos reducir un 85% el riesgo cardiovascular”, termina.