Nueva York y la madrugada del 28 de junio de 1969 marcaron un antes y un después en la historia. El bar Stonewall Inn, situado en el barrio Greenwich Village, fue testigo del nacimiento de lo que hoy en día conocemos como el Orgullo LGTBI. Con una distancia cercana a los 6.000 kilómetros, el 24 de junio de 1971, el Pasaje Begoña de Torremolinos, donde entre 1962 y 1971 existieron más de 50 locales, sufrió su “gran redada”. Estos dos “espacios de convivencia y libertad” vivieron sus peores noches, pero marcaron los precedentes de una lucha que sigue siendo necesaria en la actualidad.
El pasado miércoles 26 de junio, el Instituto Cervantes de la Gran Manzana, fue testigo del hermanamiento entre el Pasaje Begoña y el Stonewall Inn. Acto durante el cual, sus representantes se comprometieron a que no caiga en el olvido la lucha del colectivo.
“El Pasaje Begoña es un referente a la libertad y el respeto a la diversidad”, dijo con satisfacción a Efe Juan Carlos Parrilla, copresidente de la Asociación Pasaje Begoña, creada a principios del 2018 junto con su marido Jorge Pérez García, con el objetivo de rescatar a este emblemático lugar y su historia. Objetivo que en poco más de un año están consiguiendo con creces.
El Pasaje Begoña es considerado “el Stonewall español” por sus similitudes históricas con la cuna del movimiento por la igualdad en Estados Unidos, se había convertido en referencia de aperturismo sexual. El lugar era visitado por famosos de todo el mundo como John Lennon, la cantante y pianista Pia Beck, cuyo hijo Gino estuvo presente en el acto, Grace Jones o Sara Montiel, entre muchos otros.
Parrilla y García, que adquirieron la mayoría de los locales de este callejón, que han alquilado a distintos comercios de temática LGTBI (inmobiliaria, agencia de viajes o tienda de decoración, entre otros), recibieron de manos del embajador de España ante la ONU, Agustín Santos Maraver, el diploma de ‘Hermanamiento entre el Stonewall Inn y el Pasaje Begoña’ que la pareja entregó a la copropietaria del Stonewall, Stacy Lentz.
“Este es un momento simbólico”, señaló el embajador al entregar el diploma, que tiene una foto del Stonewall y otra del Pasaje Begoña destacando la bandera del arcoíris que representan a la comunidad de lesbianas, gays, transgénero, bisexuales e intersexuales (LGTBI).
Lentz recordó que durante un año mantuvo comunicación con la pareja, “yo sin entender español y ellos sin hablar inglés, con intérpretes”, tras lo cual hizo un breve recuento de lo ocurrido el 28 de junio de 1969, “esa noche especial cuando la comunidad LGTBI dijo basta ya” cansada de la persecución a los homosexuales.
Previo al acto el director del Instituto Cervantes, Ignacio Olmos, se refirió a los ahora hermanos como dos “míticos lugares” en la lucha por derechos de los LGTBI, que habían sido locales de refugio de libertad y aceptación para éstos en momentos difíciles. Además, lamentó que todavía haya mucho que hacer y destacó que España es uno de los países líderes en los derechos de esta comunidad.
Por su parte, Pérez aseguró que “esto no ha hecho más que empezar. Queremos extender la red de otros Stonewall por el mundo. Vamos a buscar en qué otros lugares han sucedido hechos parecidos y continuar con esta red para que las nuevas generaciones sepan de dónde venimos, y lo importante que es la historia y la memoria”. Compromiso al que se sumó Lentz.
