Los Hospitales de Alta Resolución de Alcalá la Real y Alcaudete, ambos pertenecientes a la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir, han instalado hoy jueves 14 de noviembre, coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Diabetes, una mesa informativa en la entrada de los centros hospitalarios con el objetivo de concienciar a la población de la importancia de llevar hábitos de vida saludables de cara a la prevención de esta enfermedad. Igualmente, se han dado las claves, para los que la padecen, de cómo controlarla y convivir con ella diariamente.
Dichas mesas informativas han estado dirigidas por las supervisoras María José Bermúdez, Purificación Jiménez y Soraya Reyes, en Alcalá la Real, y la enfermera de Medicina Preventiva Consolación Muñoz, en Alcaudete. Durante la mañana, se han realizado test de control de glucosa a las personas que lo han solicitado. En total, en el hospital alcalaíno se han realizado 45 test, de los cuales una mujer ha dado una cifra de glucemia por encima de los niveles normales, siendo derivada a su médico de Atención Primaria. Por su parte, en Alcaudete se han realizado 42 test, sin ninguna incidencia de hiperglucemia.
Según han explicado las responsables de las mesas, “la diabetes está amentando rápidamente en muchos países, y de manera extraordinaria en los países de ingresos bajos y medianos. Una gran proporción de los casos de diabetes son prevenibles. Algunas medidas simples relacionadas con el modo de vida se han revelado eficaces para prevenir o retrasar la aparición de la diabetes de tipo 2. El mantenimiento del peso normal, la realización de actividad física periódica y una dieta sana pueden reducir el riesgo de diabetes.”.
Igualmente, se ha recordado que los pacientes que padezcan diabetes poseen una atención telefónica 24 horas al día, todos los días del año, a través del servicio telefónico Salud Responde. Esta prestación permite solucionar las dudas de pacientes y familiares sobre síntomas, tratamiento o efectos de la patología en la actividad cotidiana.
La enfermedad
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce. La insulina es una hormona que regula el azúcar en la sangre. El efecto de la diabetes no controlada es la hiperglucemia (aumento del azúcar en la sangre), que con el tiempo daña gravemente muchos órganos y sistemas, especialmente los nervios y los vasos sanguíneos, los ojos o el corazón, pudiendo hasta causar la aparición de problemas crónicos y provocar una muerte prematura.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el número de personas con diabetes ha aumentado de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014. La prevalencia mundial de la diabetes en adultos (mayores de 18 años) ha aumentado del 4,7% en 1980 al 8,5% en 2014. Se estima que en 2015 la diabetes fue la causa directa de 1,6 millones de muertes. Otros 2,2 millones de muertes fueron atribuibles a la hiperglucemia en 2012. Según proyecciones de la OMS, la diabetes será la séptima causa de mortalidad en 2030.
Aunque la forma más frecuente de la enfermedad es la de tipo 2, la de tipo 1 es también por sus características un problema importantísimo: por ser una enfermedad crónica, que suele desarrollarse en niños y personas jóvenes, sin un tratamiento curativo en la actualidad, con una supervivencia prolongada y que exige la utilización de recursos humanos, farmacológicos y tecnológicos para su manejo durante todo el ciclo vital de las personas que la padecen.