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Jerez

‘La Brava’ es mucha brava

La jerezana se convirtió en una de las protagonistas de la primera prueba de ‘Maestros de la Costura’ al olvidarse del hilo para confeccionar la pieza

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  • Andrea 'La Brava' en el taller de Maestros de la Costura. -

Maestros de la Costura regresó la noche del lunes a Televisión Española mejorando los datos de audiencia con los que cerró la segunda edición tras obtener un 13,4% de cuota de pantalla. A buen seguro, un buen puñado de esa audiencia procedía de muchos hogares de Jerez, los que conocían de la participación de su paisana,  Andrea ‘La Brava’. Una joven de 31 años nacida en Madrid pero que lleva la mayor parte de su vida en Jerez y que se convirtió en una de las protagonistas de la noche. No empezó con muy buen pie pero acabó resolviendo como pudo la prueba y el programa, demostrando que es una de las aspirantes con más desparpajo y espontaneidad de esta edición.

Esto no quita que La Brava se viera en algún que otro entuerto, sobre todo al inicio. Con el estrés del debut a la hora de ir al taller y aclararse con todo lo que podían disponer para la primera prueba (sólo pueden visitarlo una vez) para confeccionar una prenda inspirada en Elio Berhanyer, acabó olvidándose de coger una de las principales herramientas de las diseñadoras y costureras: el hilo, una situación que, como dijo la conductora del espacio, Raquel Sánchez Silva, era inédita.

Cuando reparó en su error, la concursante, que derrocha expresividad, se llevó las manos a la cabeza y sus compañeros no tardaron en darse cuenta que algo no iba bien, ofreciéndole bovinas que les sobraban sus mesas. Y fue entonces cuando Raquel Sánchez Silva, que no pierde detalle,  entró en acción. “Brava, no puede ser. No te puedes quedar el hilo. ¿Cómo se te ha olvidado?”, le reprendió. “Porque somos mucha gente pidiendo muchas cosas, y esto no es como el mercado que vas con una lista de cosas”, respondía la madrileña afincada en Jerez, y con acento de la tierra, porque como bien dice en su vídeo de presentación “Andalucía me corre por las venas y a mucha honra”. “No pasa nada, llévatelo, no lo quiero en mi vista. Es que si la voy a cagar, la cago a lo grande. ¡Voy a hacer lo que pueda!”, reconocía la concursante a cámara con semblante divertido pese al agobio y que conservó hasta que presentó su pieza, obteniendo una décima posición que le supo a gloria por su error.

“¿Esto está acabado?”, le preguntaba Lorenzo Caprile, uno de los miembros más exigentes del jurado, nada más ver su creación, para a continuación decirle que lo que le había ocurrido era una “cagada garrafal”. Pese a todo, le  valoró el mérito de “no haberse bloqueado y presentado algo”. Después llegaría una desastrosa prueba por equipos en la sede de Adolfo Domínguez,  en Ourense, que les llevó a los 12 aprendices directamente al reto de eliminación. Con lo que no contaba la concursante de Jerez era con que su compañero Marc, el mejor valorado, la salvara a ella y a Joshua de jugarse la expulsión. Quien sí dijo adiós a un premio de 50.000 euros en efectivo y un curso de formación especializado fue Helen, que se convirtió en la primera expulsada de esta edición.

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