La comparsa de Algeciras regresaba un año más a las tablas del Gran Teatro Falla y lo hacía en medio de una selva que, entienden, es el carnaval.
El primer pasodoble, además, redundó en la propia esencia de la comparsa y sirvió para presentarse ante el público y señalar que vuelven al carnaval un año más. El segundo fue para su madre, a la que tiene que cuidar debido a la avanzada edad.
En cuanto a los cuplés, el primero fue para el independentismo y el segundo para las barrigas pintadas de embarazadas. El popurrí fue algo más flojo. Discretos.