La primera chirigota de la noche fue la de Juanlu Cascana, que siguió sacando partido a una puesta en escena que permite mucho juego tal y como ha venido demostrando desde su primera aparición en Preliminares.
El primero de los pasodobles fue para su barrio, La Viña, y la unión que demostraron sus habitantes en cada pasacalles de la chirigota. El segundo comenzó con un elogio al Papa para acabar criticando el Obispado de Cádiz y sus pisos vacíos.
En la tanda de cuplés se acordaron, primero, de varios carnavaleros; y de ellos mismos después.