Unas 14 embarcaciones pertenecientes al sector pesquero de Almería tienen previsto presentar este miércoles un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para unos 80 trabajadores "por causa de fuerza mayor" al entender que la pesca de arrastre y de artes menores actualmente en activo no puede cumplir en muchos casos con las medidas sanitarias establecidas por las autoridades para luchar contra la pandemia del Covid-19.
"Si no hay mascarillas para los médicos, ¿vamos a tener nosotros para los pescadores? Nadie nos ha aportado nada, ni nos han mandado guantes, ni nada de nada", ha explicado a Europa Press el gerente de Asopesca en Almería y vicepresidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras (Faape), José María Gallart, para quien las medidas de seguridad establecidas para el sector les han dejado "fuera de juego" ya que "no se han tenido en cuenta para una flota de bajura".
En la capital almeriense faena desde el pasado lunes únicamente el 40 por ciento de la flota de arrastre y un diez por ciento de la dedicada a artes menores --la flota de cerco se encuentra en paro biológico--, lo que se traduce en unos 13 o 14 barcos en total, ya que muchos de los armadores han decidido dejar de salir al mar "por responsabilidad" ante sus tripulaciones en materia sanitaria.
Según Gallart, "hay miedo a contagiarse" entre los marineros, dado que las características técnicas de la mayoría de las embarcaciones y sus dimensiones impiden cumplir con las medidas decretadas por el Gobierno, sentido en el que la flota de otras localidades como Carboneras, Garrucha, Roquetas de Mar o Adra también se ha visto resentida.
"Un agricultor se puede poner en su explotación a diez metros de otro, ¿pero en un barco? El espacio es el que es", ha recordado al apuntar que su actividad se incluye dentro del sector primario y, por tanto, de necesidad en cuanto a la producción de alimentos.
Así, normas como guardar la distancia social de metro y medio o transportar contenedores para determinados desechos se muestran "prácticamente imposibles", una cuestión que, junto con la caída de la demanda de pescado ante el cierre del sector hostelero, ha conllevado la parada del 60 por ciento de la flota. "En la lonja hay menos pescado en subasta, pero también hay un descenso de compradores", ha advertido.
Ante estas circunstancias, Gallart ha incidido en el "limbo legal" en el que se ha movido el sector al no estar reconocido como uno de los afectados a la hora de acogerse mediante un ERTE a las ayudas excepcionales establecidas para determinados ámbitos productivos. Solo en la provincia de Almería se han presentado ya 1.169 ERTE, según los datos facilitados por la Delegación Territorial de Empleo, Formación, Trabajo Autónomo, y Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad en Almería
"Nos piden la responsabilidad de dar alimentos pero no nos dan garantías ni de precios de mercado ni en materia de salud", se ha quejado el gerente, quien ha asegurado que las administraciones no han ofrecido equipos de protección a los pescadores almerienses, toda vez que la responsabilidad de un posible contagio entre la tripulación pesaría sobre el armador porque para ellos "se cataloga como un accidente laboral". "No se nos han facilitado medios, con nosotros no se ha puesto en contacto nadie", ha asegurado.