Hoy, 3 de abril, el día ha amanecido claro y soleado, nos recuerda que la primavera ha llegado, que está ya entre nosotros, aunque, como decía la canción de Sabina, estemos tentados a preguntarnos quién nos ha robado este mes tan especial. Sin embargo, la naturaleza sigue su ciclo imparable, su eclosión de vida, y entre ella, los cerezos en flor brindan un espectáculo de una belleza tal que nos duele no poder pasear por nuestros campos y poder disfrutar de esta explosión floral como lo hemos hecho cuando todos gozábamos de libertad, esa libertad de la que ahora todos estamos privados temporalmente, como en un mal sueño.
En lugares como Japón, donde la fiesta del Sakura tiene rango de celebración nacional, o más cercanamente, en el Valle del Jerte, la floración del cerezo constituye un verdadero reclamo turístico, que también se ha intentado potenciar, por ejemplo, en Castillo de Locubín. El cultivo, según nos explica el concejal de Agricultura del consistorio castillero, Luís Rosales Anguita, “ha ido evolucionando históricamente, desde alternar con el olivar, a ir ocupando tierras calmas, es decir, las que estaban ocupadas tradicionalmente por el cereal, al que ha ido sustituyendo por su falta de rentabilidad, y en zonas de huerta. En la actualidad, contamos con unas 500 hectáreas dedicadas al cultivo del cerezo, lo que se traduce en unos 5.000 árboles”.
Aunque la floración suele circunscribirse al mes de marzo, varía en función de las circunstancias meteorológicas, y este carácter variable también hace difícil prever la evolución que seguirá la cosecha. “Los cerezos se han despojado hace poco y hasta ahora todo ha ido bien, ya que no se han producido heladas que hayan dañado ni la flor ni el fruto, muy frágil ante las bajas temperaturas. Por tanto, la producción, si no se produce ninguna circunstancia meteorológica que merme esta, se podrá aproximar a entre dos y dos millones y medio de toneladas”, apunta Luís Anguita.
La imagen que ilustra este artículo ha sido cedida por Antonio Manuel Conde López, quien ha compartido preciosas instantáneas de la floración de este año en redes sociales, y a quien agradecemos su amabilidad al cedérnoslas. A través de su cámara disfrutamos de la belleza que, esperamos, el próximo año podamos contemplar con nuestros propios ojos en plena naturaleza.