Esta misma tarde en el Parque de las Huertas de San Fernando. De tal guisa y con acompañamiento musical bajó este ciudadano a sus perros para que hicieran sus necesidades, lo que en principio no está prohibido.
No debe estar muy lejos de su domicilio toda vez que la gente lo conoce incluso con el hábito de penitente. O sea, que cumplía las reglas. Y el vídeo no deja ver si estuvo más de la cuenta en la calle, pero todo hace indicar que no.
Cosa aparte es la indumentaria que cada uno se puede tomar como quiera. A fin y al cabo el confinamiento aviva la imaginación y el vecindario se lo pasó en grande jaleándolo.