El pasado 14 de octubre Costa fue destituido como secretario regional y como portavoz popular en Les Corts Valencianes, siendo sustituido por César Augusto Asencio y por Rafael Maluenda, respectivamente.
Sin embargo, ayer, en su primera aparición por el Parlamento autonómico desde su relevo, hizo una declaración sin preguntas ante los periodistas para lamentar, “como militante y como secretario general” del PPCV, que el Comité de Derechos y Garantías de su partido no le hubiera citado aún para aclarar su relación con el caso Gürtel.
Costa le ha pedido a la dirección nacional del PP que, si no encontraba ninguna irregularidad en su gestión, ratificara su confianza en él y pusiera “en valor” su “honradez”.
El ex número dos de Camps ha asegurado que, cumpliendo su compromiso con el Comité Ejecutivo Regional, ya había remitido a la dirección toda la documentación sobre su gestión orgánica al frente del partido en la Comunitat y sobre su patrimonio personal.
“Lo único que solicito a la dirección nacional es que si cree que existe algún tipo de responsabilidad en mi gestión –al frente del PPCV–, tome las medidas oportunas desde el punto de vista estatutario o legal”, ha señalado el diputado castellonense.
Previamente, Costa había ocupado por primera vez su nuevo escaño en la última fila de la bancada popular, desde el que bajó para saludar al president de la Generalitat, Francisco Camps, mientras que los diputados de la oposición aplaudían sarcásticamente entre gritos de “bienvenido” y “qué bonito es el amor”.
Unas horas después de estas declaraciones, el presidente del Comité nacional de Derechos y Garantías, Alfonso Fernández Mañueco, y el secretario general de este órgano, Calos Argós, decidieron suspender cautelarmente de militancia a Costa.
Fuentes del PP han indicado que el líder nacional, Mariano Rajoy, había hablado con Camps a lo largo de la mañana de ayer para informarle de esta medida.
Según han puntualizado a Efe fuentes de la cúpula del PP, Costa debió ser “fulminantemente” destituido cuando el pasado día 13 leyó un comunicado en el que señalaba que siempre había cumplido las directrices de la organización.
En un acto celebrado ayer por la tarde, el president de la Generalitat valenciana acató la suspensión de Costa y avaló su gestión al frente del partido, con la que, según dijo, “nada tiene que ver” la decisión que se tomó ayer.
Según Camps, “todos en el partido tenemos el mayor respeto y avalamos la excepcional gestión de Ricardo Costa como secretario general –del PPCV– y como portavoz parlamentario” en Les Corts Valencianes.
Poco después de conocer la suspensión de militancia, el diputado del PP Juan Costa, hermano de Ricardo Costa, se mostró “sorprendido profundamente” por esta decisión y pidió a su partido que dé explicaciones y no actúe “de manera arbitraria”.
“Si les tengo que ser francos y manifestarles lo que pienso de forma sincera, a mí me ha sorprendido profundamente esa decisión, y creo honestamente que hay cosas que en política no se deben y no se pueden hacer”, apuntó en declaraciones a los periodistas.
A su juicio, “cuando se toman decisiones políticas hay que dar explicaciones, hay que ser transparentes y nunca, en ningún caso, hay que actuar de manera arbitraria”.
Por su parte, la secretaria de Organización del PP, Ana Mato, ha justificado la decisión del Comité de Derechos y Garantías porque las declaraciones de Costa “no eran oportunas y hacían daño al partido”.
En Valencia, el portavoz del PSPV-PSOE en Les Corts Valencianes, Ángel Luna, ha interpretado que si Camps no conocía con antelación la suspensión de militancia de Ricardo Costa es que “no pinta nada en su partido”, y si lo sabía, entonces tiene una “doble manera de dirigir”.
