En lo que va de año, Aqualia, empresa gestora del Servicio Municipal de Aguas de Sanlúcar de Barrameda, ha sacado unas 165 toneladas de residuos de dentro de las rejillas de alcantarillas, tuberías de saneamiento y bombeos de aguas residuales del municipio. La empresa realiza durante todo el año estas labores para evitar que estas instalaciones se atasquen, pero estos días refuerza estos trabajos con previsión a las lluvias que suelen venir con el otoño, y que por la zona en la que está ubicada la localidad, pueden llegar a ser de una intensidad importante.
El Concejal de Infraestructuras, D. Juan José Hernández Ponce, ha comprobado in situ los trabajos realizados de limpieza sistemática de redes de saneamiento y rejillas de imbornales, interesándose por la buena marcha de las tareas y destacando el despliegue de medios y buen hacer de Aqualia para mantener en buen estado de servicio las infraestructuras de evacuación de aguas pluviales y fecales del municipio.
“Normalmente lo que encontramos en los atascos de las alcantarillas suelen ser papeles, chicles, colillas y sobre todo toallitas húmedas, aunque últimamente se extraen con cierta frecuencia mascarillas desechables” – explica Humberto Morales, director del Servicio de Aqualia en la localidad.
Es por esto que la empresa hace un especial llamamiento a que se haga un uso adecuado del sistema de saneamiento y se desechen correctamente todo este tipo de residuos. La mayoría de ellos se deben depositar en las papeleras y no utilizar como tal las alcantarillas, pues su cometido es desaguar el agua de lluvia y evitar así encharcamientos e inundaciones en las calles. A final de año se prevé que la cifra total de residuos extraídos supere las 221 toneladas.
Para llevar a cabo estos trabajos, la empresa cuenta con el apoyo de dos camiones especiales con aspiración que van acumulando todos los residuos en una cuba y una máquina de alta presión para extraer toda la suciedad, tierra, hojas, papeles, etc. que se acumula en el interior de los imbornales. También cuenta con un camión equipado con un equipo moto-bomba de alta presión de dimensiones más reducidas para las zonas en las que las calles son más estrechas, con un equipo de dos personas en cada vehículo.