La ciudad de Santiago de Compostela ha celebrado este viernes el 35 aniversario de su consideración como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO con una jornada conmemorativa en la que distintos participantes han abordado la transformación de esta urbe desde esta fecha.
La pieza central de este foro ha sido la mesa redonda organizada este mediodía en la que han intervenido, además del alcalde de Santiago de Compostela, Xosé Sánchez Bugallo; regidores de otras ciudades gallegas con monumentos de la misma consideración, como la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, o la de A Coruña, Inés Rey.
En este debate, Bugallo ha señalado que, con el paso de los años, se ha ido afianzando una cultura de cuidado del patrimonio que no existía hace unas décadas y que ha permitido que entre la población haya un mayor consenso hacia medidas como la limitación del tráfico rodado y el fomento de las peatonalizaciones.
Del mismo modo, ha observado que la calificación de ciudad patrimonio tiene un impacto directo sobre la afluencia de turistas y que "obliga a replantear muchas cosas" respecto al modelo de ciudad que se quiere implantar, dado que se ha pasado de impulsar la apertura de hoteles hace unos años a tener que regularlos y aplicar moratorias.
El objetivo -ha remarcado- es que la capital gallega "no muera de éxito" y se convierta en una nueva Venecia, aquejada de muchísimos problemas de convivencia e infraestructuras debido a la presión turística soportada en las últimas décadas.
En cualquier caso, Bugallo ha destacado que el Camino de Santiago es un agente dinamizador de la economía no solo para Compostela, sino para cientos de ayuntamientos de Galicia en los que llega a ser la "principal actividad económica".
Con estas bases, ha concluido, lo ideal es tratar de construir una ciudad "integral, educativa, tecnológicamente avanzada" y que sepa aprovechar sus virtudes de la forma adecuada.
Por su parte, Lara Méndez, ha declarado que la denominación como Patrimonio de la Humanidad de la Muralla de Lugo causó "orgullo" y "satisfacción" en la ciudad, dado que le permite pasar a "formar parte de la historia mundial" y abrir un "abanico de oportunidades desde lo turístico" y lo empresarial.
A su vez, Inés Rey, que ha tratado la importancia de la Torre de Hércules en A Coruña, ha puesto el foco sobre la importancia que ha tenido la pandemia del coronavirus en la forma de entender por parte de la sociedad que las calles son un espacio público, que debe estar cuidado y servir a más usos que el tránsito de vehículos.
En esta mesa redonda también ha participado la directora general de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia, María del Carmen Martínez Ínsua, que ha asegurado que las administraciones deben "estar todas implicadas" en este tipo de candidaturas, puesto que la UNESCO valora especialmente el hecho de que exista un amplio respaldo social para otorgar estas distinciones.
Previamente, por el foro celebrado en la capital gallega habían pasado el anterior alcalde Xerardo Estévez, que impartió una conferencia sobre el proceso de candidatura de Santiago de Compostela como Patrimonio Mundial; el alcalde de Porto, Rui de Carvalho de Araújo Moreira, que explicó la gestión practicada en su ciudad; o el secretario general de Cultura del Ministerio de Cultura y Deportes, que atendió a la inauguración de manera telemática.