31 de enero de 2020, viernes. Los españoles evacuados de la infame ciudad de Wuhan llegaban ese día a España mientras la crisis del coronavirus se desbocaba en China. Primero fue la curiosidad, luego la inquietud y posteriormente, el temor a algo que parecía imposible y que se hizo realidad. Ese día, con occidente cada vez más preocupado por lo que podría suponer que el virus traspasara las fronteras chinas, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, comparecía para tranquilizar a la población y pronunció un vaticinio que, al tiempo, se hizo tristemente famoso: "España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado. Esperemos que no haya transmisión local. Si la hay, será muy limitada".
11 de enero de 2021, lunes. Casi un año después de su fallido augurio que anunciaba en España el impacto del coronavirus sería limitado, las noticias sobre una nueva mutación del virus, surgida en Gran Bretaña y que avisaba como más contagiosa, Fernando Simón, en rueda de prensa, quitaba hierro al asunto y se atrevía a hacer otra profecía tranquilizadora indicando que el impacto de esta variante "será marginal" en España, e iba incluso más lejos: "El problema no es la cepa británica, el problema es nuestro comportamiento, ya que las medidas de control son las mismas y si las aplicamos la transmisión se controla. No podemos pretender que si cambia la evolución de la epidemia sea por culpa de la cepa, si cambia es por culpa de nuestro comportamiento". Simón anunciaba que todo estaba bajo control: "Llegaremos a tener varios cientos de casos asociados a esta cepa y si se establece transmisión de la cepa en España la detectaremos con mas frecuencia".
21 de enero de 2021, jueves. Apenas diez días después de minimizar el impacto que tendría la variante británica del Covid-19 en España, a Simón, ante la demoledora avalancha de datos que indican lo contrario, no le queda otra que rendirse ante la evidencia y reconocer que "a medidos de marzo" la variante británica "será dominante en España en un 40 o 50% de los casos" frente al actual casi 5% de las infecciones.
Europa ha dado la voz de alarma ante el gran incremento de casos de Covid a causa de las mutaciones británica y sudafricana. Los líderes europeos acordaron este jueves que los países de la Unión Europea puedan restringir los viajes intracomunitarios no esenciales, ante el aumento de contagios por la aparición de nuevas cepas del virus.La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, dijo que "las nuevas variantes se están extendiendo por Europa" y para identificarlas, los líderes acordaron "una nueva categoría, rojo oscuro" en el mapa de la UE que "muestre que en esa zona el virus circula a un nivel muy alto".
Es la enésima polémica que genera la bola de cristal del director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad. Fernando Simón, cada vez más cuestionado en su puesto por la gestión de la pandemia. Y es que cada vez que hace declaraciones la probabilidad de generar controversia se dispara. La anterior a la de la cepa británica fue sobre el incremento de casos tras las navidades cuando afirmó que “es desde luego un problema del comportamiento que hemos tenido estos días; hemos pasado unas vacaciones de Navidad quizás mejor de lo que podíamos o debíamos haber pasado, y ahora estamos observando los resultados".
Un año después del "España no va a tener, como mucho, más allá de algún caso diagnosticado", los casos diagnosticados oficialmente en España se acercan a los dos millones y medio, el total de fallecidos por la pandemia en nuestro país supera ya los 55.000 y los pronósticos de la práctica totalidad de los países europeos (no los de Simón, que se empeña en decir que estamos en "fase de inflexión" de tercera ola) es que la situación empeore. El tiempo dirá. Ojalá, esta vez, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad acierte.
