Jueces para la Democracia pide la dimisión de todo el Consejo General del Poder Judicial cuya renovación el PP va para tres años que impide, con excusas y pretextos. La Constitución es taxativa en el periodo de su vigencia, cinco años. En noviembre de 2013, siendo presidente Mariano Rajoy y Alberto Ruiz Gallardón ministro de Justicia, se renovó el Consejo General por última vez. O sea, en noviembre de 2018 se tenía que haber producido la renovación. La primera excusa del PP fue que la entonces reciente moción de censura, de junio de 2018, - la única victoriosa en el parlamentarismo moderno español- no hacía pertinente el cambio. Después se produjeron dos elecciones generales, ambas ganadas por el PSOE, y se buscaron nuevos pretextos. El estilo chulesco no ha estado ausente; ”A mí no me presiona nadie, y menos alguien como usted”, llegó a decir en el Congreso el cambiante Casado.
Otras excusas se pusieron más tarde. La más aireada ha sido la presencia de Podemos en el gobierno, después que estuviera en la posible candidatura del Consejo el magistrado que condenó al PP por Gürtel. Las justificaciones ya suenan a coartadas. Son excusas de mal pagador. Se busca cualquier motivo , por muy estrambótico que pueda parecer, para negarse a cumplir lo que está claramente prescrito en la Constitución.
La última coartada es perfecta: los indultos. Se ha decretado la movilización general. Ha llegado el momento de la gran traición. El gobierno -que ya era ilegítimo, porque engañó a los votantes sobre los pactos- ha pasado a la categoría que alcanzó Fernando VII, de gobierno felón. Ya había sido calificado así el presidente, ”Sánchez es el mayor traidor, está siendo un felón”, dijo Casado en febrero de 2019, ahora lo es el gobierno entero porque su decisión será colegiada. ¿Y si se llevara al parlamento y saliera por la mayoría sobrada que se sabe, quién sería el felón? Pues estaríamos ante un parlamento felón. ¿Y qué sucede con el articulo 66 que dan a las Cortes Generales la representación del pueblo español? ¿Y con el 97, que le da al Gobierno la dirección política del Estado? ¿Cuándo hay que cumplir la Constitución, sólo cuando conviene a los fines partidistas? Quieren cambiar los roles constitucionales. La Plaza de Colón, ni ayer, ni hoy, ni mañana puede suplantar a la soberanía nacional.
