Crisis económica, desempleo y una paupérrima cosecha de aceituna pueden conformar un cóctel poco alentador en un municipio tan directamente ligado al sector primario como es Alcalá la Real, cuarto municipio en producción de aceituna dentro de la provincia de Jaén, sobre una superficie total dedicada a este cultivo que ronda las 17.000 hectáreas. Es la situación, no obstante, que tenemos por delante cuando se aproxima cada vez más el inicio de una campaña que puede batir récords de brevedad por la gran cantidad de mano de obra disponible para recoger una cantidad de fruto realmente escasa.
El secretario local de la Unión de Pequeños Agricultores, Cristóbal Cano, pone cifras a la campaña: "Si en la pasada campaña, que fue excepcional, se llegó a los 109 millones de kilos en nuestro municipio, lo que supuso unos 218.000 jornales, en la presente campaña se espera que la cosecha no suponga más de un tercio de esa cantidad, es decir, que podemos estar hablando de unas previsiones alrededor de los 36 millones de kilos de aceituna, y de un número de jornales que estaría alrededor de los 73.000".
La traducción de estas cifras, que implican una reducción del 70% en la cosecha del pasado año, son contundentes en el empleo: "No sólo no será necesaria gente de fuera, sino que ni siquiera habrá trabajo suficiente para los de aquí, sobre todo, teniendo en cuenta que más del 80% son parcelas pequeñas que no llegan a las cinco hectáreas, y que por tanto, se recogen en el ámbito de la agricultura familiar, es decir, sin contratar jornales".
El único contrapunto a estas sombrías previsiones lo pone el precio. "El precio va a seguir subiendo, sin duda, pero no podemos estar dependiendo de la incidencia de la meteorología o la escasez de producto para que el precio suba. Hay una gran demanda del producto, sin embargo, el excedente que queda cada año, es de la provincia de Jaén, algo que resulta contradictorio, en la medida que somos la primera zona productora del mundo". Mientras que en las tres últimas campañas no se ha llegado, en término medio, a 1,80 euros/kilo, en estos momentos se está en una horquilla entre los 2,40 y los 2,70 euros por kilo de aceite. "Aunque con el enlace de la pasada campaña, y lo que tenemos en ésta, se va a llegar a limpiar las bodegas, considero que el precio va a alcanzar entre los 3 y los 3,50 euros". Este hecho va a compensar en parte la tremendamente baja producción en esta campaña, pero sólo de forma bastante relativa.
Tras el sempiterno asunto del precio volvemos a encontrar nuevas contradicciones. "Mientras que en muchos países de nuestro entorno, el precio del aceite ronda los 6 euros el litro, en nuestro país estamos hablando de 1,70 ó 1,80 euros. Por tanto, no es un problema de precio o valor, es un problema de la dispersión y atomización que tiene el sector". Tras esta situación UPA no se cansa de denunciar el papel de la gran distribución, que ha seguido haciendo del aceite un producto reclamo, e imponiendo, a la baja, el precio del aceite, al vender nueve de cada diez botellas de este producto en el mercado nacional. Los costes de producción en la provincia de Jaén se sitúan aproximadamente en 2,3 euros por kilo de aceite, con lo cual, si se vende en los supermercados a una media entre 1,70 y 1,80 euros el litro, se está causando un perjuicio evidente al sector, al que este sector de la distribución parece indiferente, dado que el objetivo no es otro que el de que se llene la cesta de la compra, y en su balance final de resultados apenas supone un 2% del total.
