Al hilo de ello, el jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Puerta del Mar, Antonio Naranjo, destacó que dicha intervención es la primera vez que se realiza en la provincia, siendo “muy pocos los centros de España los que lo han puesto en práctica”.
Esta técnica, denominada colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE), se utiliza en adultos para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de las vías biliares y del páncreas, si bien su empleo en niños plantea importantes retos por el tamaño del enfermo, informó ayer el centro. De hecho, la intervención en un menor ocasiona, en primer lugar, grandes dificultades de manejo y maniobrabilidad de los endoscopios, ya que las cavidades digestivas en las que se trabaja son de muy pequeño tamaño.
Además, las maniobras de apertura de la vía biliar y extracción de los cálculos se llevan a cabo sobre estructuras de dimensiones milimétricas que obligan a una exquisita precisión en todas las maniobras. Pese a estas dificultades, Naranjo enfatizó que la intervención “se ha resuelto felizmente”.
Los cálculos biliares son depósitos duros y similares a cristales de roca que se forman dentro de la vesícula biliar. Estos cálculos pueden ser como un grano de arena o como una pelota de golf.