El exvicepresidente andaluz y exlíder de Ciudadanos en la comunidad, Juan Marín, considera que "hay tres ignorantes de turno que están llevando al partido a la ruina" y ha lamentado que la formación no es capaz de quitárselos "de encima" para salir a flote: "Derrota tras derrota, ahora estamos en la UCI".
En una entrevista con EFE, dos semanas después de que saltara la polémica en su partido por su designación como presidente del Consejo Económico y Social de Andalucía, por elección de Juanma Moreno, Marín todavía mantiene su "sorpresa" y no entiende que desde la dirección nacional se le pidiera su "baja voluntaria" del partido.
Han pasado quince días pero Marín no ha recibido llamada alguna de la presidenta de Cs, Inés Arrimadas, ni de otro miembro de la dirección nacional. Tampoco ha tenido comunicación oficial al correo electrónico que envió pidiendo su baja, en respuesta a la invitación que le hizo el secretario de Organización, Carlos Pérez-Nievas.
En ese correo, según ha explicado, ya dejó claro que no era por voluntad propia y que las instrucciones de la dirección nacional obedecían a "la incompetencia" e "ignorancia".
"Los mediocres siempre intentan quitar de en medio a los que realmente hemos hecho algo por el proyecto", ha opinado Marín, quien todavía no encuentra explicación "tantos días después".
"Seguramente hay gente a la que no le interesa gente como Juan Marín u otras personas que cuando hemos estado en Ciudadanos hemos sido leales al partido y no hemos mirado otros intereses", ha manifestado.
El exdirigente andaluz considera que le han tenido que pedir su baja voluntaria porque él no ha cometido ninguna irregularidad en base a los estatutos de la formación naranja: "No daba crédito a lo que pasaba, me lo tomé un poco mal porque me enfadó".
Marín cree que Cs debía estar orgulloso de tener un presidente en este organismo y entiende que si alguien debía pedirle la baja era Inés Arrimadas, con la que había hablado "hacía un rato" y a la que había dado, "con normalidad", unas explicaciones que ella vio "bien".
La sorpresa, tras la llamada de Pérez-Nievas, aumenta el día siguiente cuando Arrimadas dijo que no sabía si él seguía siendo afiliado: "No se puede insultar a la inteligencia".
El ahora presidente del CES de Andalucía ha asegurado que para él Ciudadanos es "como un hijo", igual que para Albert Rivera, y duda sobre si tendría que haber sido "de otra forma" y, por ejemplo, cuando llegaron las pasadas elecciones autonómicas, "decir que teníamos que ir en listas conjuntas (con el PP)".
Por "disciplina y lealtad" aceptó y defendió lo que decidió la mayoría, a pesar de que ha afirmado que se ha llevado "un montón de bofetadas" por mantener siempre su postura en los órganos internos.
Ahora ve cómo la portavoz de Cs en el Ayuntamiento de Madrid, Begoña Villacís, y otros compañeros que han hablado en su defensa, también "se han llevado bofetadas de los tres o cuatro ignorantes".
"Están haciéndole lo mismo que a mí", ha advertido Marín sobre Villacís, con la que mantiene una buena relación personal.
El exvicepresidente de la Junta ha lamentado que no se apoye "a esas personas que son los referentes" y no cree en la refundación de la que se habla desde las altas instancias del partido, con una comparación clara: Los equipos de fútbol no cambian el escudo ni el nombre, sino al presidente, el entrenador o a los jugadores.
Las grandes deficiencias de Cs, según él, son la organización, la comunicación interna y la implantación territorial, por lo que prevé que tardarán en recuperarse de esta situación "bastante complicada" que están atravesando desde hace unos años.
Marín, que sigue hablando en la entrevista en plural cuando se refiere a Ciudadanos, ha explicado que ya no tiene ninguna comunicación oficial con su partido, más allá de los muchos mensajes que recibe de compañeros, pero en calidad de amigos: "Nadie me ha llamado y yo no voy a llamar a nadie".