El presidente de Cajasol, Antonio Pulido, hizo este adelanto ayer este adelanto tras firmar, junto con el presidente de Caja Guadalajara, José Luis Ros, el pacto laboral de integración de la plantilla de ambas entidades (unos 5.300 empleados) y que fue suscrito sólo por CCOO, que representa al 65% de los trabajadores, si bien ambos lamentaron que no lo hayan suscrito el resto de sindicatos.
Asimismo, avanzó que el próximo lunes, 19 de abril, ambas entidades reunirán a sus consejos de administración, con carácter extraordinario, para someter a votación el proyecto de fusión, que coloca a la entidad resultante en el noveno puesto entre las cajas española y tendrá un volumen de activos superior a 34.000 millones.
Precisamente, estos recursos dan a la entidad resultante un "volumen adecuado para competir en los mercados financieros" y de hecho, según Pulido, otros procesos de fusión que están en marcha en España dan una entidad con menos activos de esa cantidad.
Por esta razón, el presidente de Cajasol, que presidirá la entidad resultante, dijo que, aunque la entidad está abierta a otras uniones, "no tiene ninguna prisa" y el objetivo prioritario es consolidar la fusión con Caja Guadalajara, aunque aclaró: "si hubiera que hacerlo estaríamos dispuestos y en condiciones".
Antonio Pulido valoró la "forma ejemplar" en la que Cajasol y Caja Guadalajara han llevado este proceso de fusión -fue aprobado el pasado 26 de enero y ya tiene el visto bueno de los dos gobiernos autonómicos implicados- e incidió en que se trata de la primera fusión interregional de España.
Sobre los planes de expansión de Cajasol en Castilla la Mancha -donde ya tiene quince oficinas-, explicó que el plan es abrir en localidades emblemáticas de toda la comunidad manchega.
El presidente de Caja Guadalajara -que será propuesto para ocupar una vicepresidencia en la entidad resultante- confió en que la unanimidad con la que nació el proyecto sea la misma con la que concluya, y subrayó que lo fundamental no es el reparto de "sillas o puestos" sino que sea una "caja puntera y líder en el mercado financiero".
Asimismo, reafirmó la voluntad de las cajas de no excluir del sistema financiero a la "gente normal" tras el proceso de reorganización que han iniciado para ganar tamaño.
Benito Gutiérrez, secretario general de COMFIA de CCOO, lamentó que UGT no se haya sumado al acuerdo, del que aseguró que respeta los derechos de los trabajadores y no contempla despidos sino prejubilaciones y bajas incentivadas.
El pacto laboral de integración recoge prejubilaciones para la plantilla con edades comprendidas entre 55 y 60 años de Caja Guadalajara, que se calcula afectarán a unas 47 personas, y para lo que esta entidad destinará unos 25 millones de euros.
Asimismo, se amplía el colectivo de trabajadores de Cajasol que quiera adherirse al plan de prejubilaciones que ya funciona en la entidad andaluza y se estima que podrían acogerse unas 137 personas.
También se establece el régimen de homologación de condiciones laborales en materia de retribuciones, planes de pensiones, beneficios sociales y clasificación de oficinas y se recoge que ningún empleado de Caja de Guadalajara percibirá tras la fusión un salario consolidado fijo anual inferior al que percibía en su entidad de origen.