Llega el verano, empezamos a lucir cuerpos y como todos los años vuelven los comentarios de siempre, “que delgada estás”, “que gorda estás”.

En invierno, vamos camuflados con tanta ropa que no se aprecia tanto nuestro cuerpo y, por eso, es ahora que vamos más descubiertos cuando siempre hay alguien con ganas de opinar.

Todos los años hablo de este mismo tema para concienciar a más gente del daño que pueden llegar a hacer este tipo de comentarios, muchas veces dichos sin mala intención, pero dichos igualmente.

La gran mayoría de las veces cuando opinamos no tenemos ni idea de la situación de esa persona, de si tiene algún problema de salud que le ha llevado a perder o a coger peso, de sus preocupaciones, de sus ideales o simplemente de si esa persona se sienta cómoda con el peso que tiene, sea más o sea menos, y por ese motivo no le encuentre ningún sentido al comentario que le están haciendo porque es cada cual quien decide sobre su cuerpo, ante todo.

También, puede que a esa persona, aun con ganas de cambiar y por el motivo que sea, le esté costando el cambio así que con más razón deberíamos abstenernos a cualquier tipo de comentario que pueda ofenderle.

Además, es importante que sepamos que no solo comentarios como “que gorda estas”, ofenden y los de “que delgada estás”, animan.

A una persona con complejos por su delgadez le puede ofender que le sigamos diciendo por activa o por pasiva que está muy delgada. Así que ningún comentario es bueno cuando no sabemos la situación de la persona y cuando la persona sabe perfectamente como está gracias a sus ojos y los espejos que tenga en casa así que un verano más lo repito. No comentemos los cuerpos de los demás.