Numerosas personalidades, colectivos y ciudadanos anónimos continúan pasando, desde la tarde de ayer, por la Casa Consistorial para dar su último adiós a uno de los hijos más ilustres de la ciudad, reconocido por su extraordinaria trayectoria literaria, por su importante labor de difusión de la obra del Nobel Juan Ramón Jiménez, así como por su incuestionable calidad humana y por su militante moguereñismo, que le ha merecido el cariño y reconocimiento de todo un pueblo.
La Hermandad Matriz de Nuestra Señora de Montemayor, a la que el poeta estaba estrechamente ligado, ha querido devolver el profundo amor que Garfias profesaba a la Patrona moguereña, imponiendo sobre el féretro uno de los mantos de la Virgen, que lucirá durante su traslado desde Ayuntamiento hasta la iglesia parroquial, donde hoy a las 17.00 horas se oficiará el Funeral, en el que tomará parte la Coral Polifónica del Liceo Municipal de la Música de Moguer.
Garfias no solo ha cantado en verso a la Virgen de Montemayor, también lo ha hecho con todas las Vírgenes y Cristos de la Semana Santa moguereña, especialmente con los titulares de la Hermandad de la Vera+Cruz, cuya Junta Directiva, que lo nombró Hermano Honorario, no ha querido faltar en esta multitudinaria despedida al poeta, como tampoco lo han hecho la Hermandad de Los Remedios, de la Borriquita o la Filial del Rocío de Moguer, así como distintos colectivos del municipio, entre ellos la asociación de mujeres Eulalia Ruiz de Clavijo y Aragón o Nuevas Generaciones, entre otros.
Además de estar vinculado a las tradiciones de su patria chica, también ha mantenido una gratificante relación con la comunidad educativa, que le ha rendido en la jornada de hoy su particular homenaje. Los directores y alumnos del colegio Zenobia Camprubí y Pedro Alonso Niño, así como del Instituto que lleva su nombre, han pasado por el salón de actos del Ayuntamiento de la localidad para mostrar sus condolencias y recitar en su presencia algunos de los poemas que le han reportado el reconocimiento de público y crítica. Cabe destacar que el colegio Zenobia dedicó al poeta la edición de 2009 de las Jornadas de Animación a la Lectoescritura, que permitió a los alumnos del centro conocer en profundidad a uno de sus paisanos más ilustres, al que dedicaron el libro ‘Curro Garfias, poeta de Moguer’, un publicación elaborado por los propios chavales que llenó de orgullo y satisfacción al escritor.
Además de los centros escolares de la localidad también ha hecho llegar su pésame la Universidad de Huelva, que mandó en la tarde de ayer un mensaje de texto a todos sus alumnos para comunicarles tan trágica pérdida. La relación entre Garfias y la Onubense se materializó en los Premios de Relatos Cortos Zenobia, que organizan conjuntamente con el Ayuntamiento; de hecho algunos debates del jurado se celebraron en el patio de la casa de este excepcional moguereño. En atención al cariño que la Universidad profesa al poeta, pasó por la capilla ardiente su rector, Francisco José Martínez.
Antes ya lo había hecho el delegado de Cultura, Juan José Oña y el director de la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez, Antonio Ramírez Almanza, de la que Francisco Garfias es Miembro de Honor por su extraordinaria contribución a la proyección del Andaluz Universal. En representación de la Fundación Odón Betanzos ha estado también presente el periodista Aurelio de Vega.
El Alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, también quiso dar su último adiós a este entrañable moguereño, al que le une una estrecha amistad, que se acentúo con la creación, por parte del poeta, del himno de la capital onubense.
Todas las personalidades y vecinos que han pasado por la capilla ardiente han destacado, además de su dilatada y fructífera obra, la calidad humana del desaparecido Garfias. Una persona accesible, generosa, siempre dispuesta a colaborar, que ha dejado una huella imborrable en su localidad.