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En el TEAR están "desolados" por las muertes y la salud de los dos heridos

Los cuerpos de los fallecidos serán entregados a las familias una vez que terminen las autopsias y seran éstas las que decidirán sobre los funerales.

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Lo peor que puede ocurrir en estos casos. La incertidumbre es lo que recorre cada uno de los rincones del Tercio de Armada de San Fernando tras el mazazo que supuso la noticia de la muerte de cinco militares este jueves en Madrid, cuando se adiestraban en la desactivación de explosivos.

La Brigada de Infantería de Marina (Brimar) está compuesta por unos 3.000 hombres, muchos de ellos actualmente fuera de España cumpliendo misiones internacionales. Pero tan elevado número de personas no evita que se conozcan, prácticamente, todos y cada uno de los que día a día desarrollan su trabajo en sus dependencias.

De ahí que todos conocieran al sargento primero Victor Manuel Zamora Letelier y al cabo primero Francisco Javier Muñoz Gómez. En la medida de ese conocimiento, de la cercanía de cada uno con los dos soldados desaparecidos, a Lete y a Javi.

Los infantes con los que este periódico ha podido contactar pintan un panorama “desolador”, tanto por las muertes conocidas como por la situación en que se encuentran los otros dos heridos graves, el teniente José Manuel Candón Ballester y el sargento Raúl González Fernández, que ayer permanecían ingresados en la UVI del Hospital Gómez Ulla de Madrid. El cabo primero Herminio Álvarez Gómez, que resultó herido leve, se encuentra en planta.

El sargento primero Zamora era el paradigma del militar comprometido, que “prácticamente nació para ser militar” y ya lo era en Chile, antes de llegar a España cuando tenía 22 años. O sea, que tenía claro dónde se metía.

Meticuloso, sabedor de eso que parece que sólo cuentan en las películas pero que en las fuerzas armadas de cualquier país es una realidad, que la enseñanza que el soldado bajo sus órdenes asimile le puede salvar la vida.

Conocedor de su oficio
“Al principio era muy rígido pero con los años se fue ablandando un poco, aunque seguía siendo un boina verde”, dicen compañeros de armas, que lo catalogan como un sargento que sabía ser sargento pero también acercarse a la persona cuando era necesario.

Francisco Javier Muñoz Gómez, Javi, era un manitas, “se atrevía con cualquier artefacto”, de ahí que estuviera en los cometidos que al final terminarían costándole la vida junto a otros cuatro compañeros.

“Javier era una persona sensacional, magnífica, con todo el mundo y era querido por todos los que lo conocían, además de un gran deportista”, cuenta otro compañero con las lágrimas a punto de salir agobiado por los recuerdos. Había estado con él en zapadores dos años y medio pero se salió “porque ví que aquello era muy peligroso”.

Francisco Javier Muñoz, por contra, llevaba 16 años, era un veterano y un auténtico especialista, al igual que los demás que han encontrado la muerte o se encuentran gravemente heridos. De ahí que se entienda menos lo ocurrido, cómo pudo ocurrir.

Nada se sabe en el TEAR de forma oficial, aunque están seguros que habrá una ceremonia de despedida “porque han caído en acto de servicio y serán enterrados en San Fernando”, dicen a falta de confirmación, en parte como un deseo y en parte como lo que corresponde dadas las ciscunstancias. Pero no será de forma inmediata.

Este viernes continuaban realizándose las autopsias de los cuerpos de los cinco fallecidos que permanecen en el tanatorio de Colmenar Viejo (Madrid). Una vez culminen estos trabajos y el juez togado militar que dirige la investigación del accidente así lo determine, los cuerpos serán entregados a sus familias que, según han indicado fuentes de Defensa, serán quienes decidirán si se realiza un funeral conjunto.

Minuto de silencio
En San Fernando, la vida sigue, pero marcada por la tragedia. No en vano la Marina es parte de la ciudad, en el más amplio y plural sentido de la palabra. El Pleno del Ayuntamiento celebrado este viernes guardó un minuto de silencio en memoria de los fallecidos y transmitía el pésame a las familias, mientras que la Diputación ponía las banderas de todos sus edificios a media asta, como el jueves hizo el Ayuntamiento isleño.

El Partido Popular, por su parte, trasladaba el “pesar de todos los hombres y mujeres populares” a los familiares. La noticia “ha caído como una auténtica losa en nuestra ciudad, al conocer además que entre las víctimas se encuentran miembros de un cuerpo militar tan arraigado en nuestra tierra como es la Infantería de Marina”, afirma el candidato a la Alcaldía y presidente provincial popular, José Loaiza.

“No sólo por el hecho de tratarse de miembros de nuestras Fuerzas Armadas, sino porque además se da la circunstancia de que se trata de vecinos y paisanos de San Fernando que, en el cumplimiento del deber, han sido víctimas de este grave accidente, nos sentimos especialmente unidos a ellos y a sus familiares en estos momentos de dolor”, quien además, ha remitido un telegrama de solidaridad y condolencias al general jefe del TEAR.

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