Iniesta dirige y Messi ejecuta al Arsenal
El FC Barcelona ha conseguido este martes el pase a los cuartos de final de esta Liga de Campeones con una trabajada victoria ante el Arsenal.
El FC Barcelona ha conseguido este martes el pase a los cuartos de final de esta Liga de Campeones con una trabajada victoria ante el Arsenal en el Camp Nou (3-1), dando la vuelta al 2-1 de la ida en el Emirates, en un partido muy bueno e intenso en el que Iniesta destacó con su batuta, Messi con su magia y, sobre todo, destacó el conjunto del equipo por encima del resto.
El partido tuvo de todo y fue merecedor de la mejor de las Ligas de Campeones posibles. El Arsenal planteó bien su partido, pero es que el empuje del Barça fue tal que les pudo. Con la expulsión de van Persie, el Barça subió una marcha y ahogó a unos 'gunners' que se quedaron sin fuerzas. Llegaron los goles para poner el broche de oro y el suspense final fue la guinda del pastel.
En sus primeros compases, el partido ya se esbozó. Como el año pasado en cuartos de final, el Arsenal se metió atrás pero con una línea defensiva muy avanzada, y el consiguiente riesgo de dejar espacio a los atacantes blaugrana, y renunció a un balón que recibió el mimo y caricias de Xavi, Iniesta y compañía. El Arsenal marcó territorio con duras entradas y mordió mucho, pero el Barça tuvo paciencia.
Con ella, poco a poco fueron llegando las ocasiones, más frecuentas a medida que el cansancio de los peones de Wenger empezó a causar estragos en la concentración 'gunner'. Si bien peligro claro no hubo hasta bien entrada la primera parte, la actitud de ambos equipos fue inconmensurable. El Arsenal cerró todos los espacios conocidos, el Barça intentaba abrir otros nuevos. Y cuando eran los ingleses que estiraban líneas en busca de Valdés, la defensa blaugrana estuvo de '10' y con el 'Jefecito' mandando más que nunca en un apoyo vital para Abidal y Busquets, pareja de centrales inédita.
El joven portero Szczesny tuvo que dejar el campo en el minuto 15, lesionado al detener una potente falta directa de Alves. Así, fue Almunia quien, como en la final de París en 2006, entró al terreno de juego con el partido comenzado. En aquella ocasión, lo hizo por expulsión de Lehmann. Empezó bien el español, pero fue el protagonista en el arranque ofensivo final de los catalanes.
Lo intentaron Pedro y Villa, con disparos flojos y bien presionados por los contundentes Koscielny y Djourou, Adriano intentó sorprender 'a lo van Persie' --titular pese a estar 'lesionado'-- con un disparo en vez de centrar que se estrelló en el palo, y luego estuvo Messi, que como siempre come a parte. Primero sufrió un posible penalti, no señalado ni con falta, después se pasó a su típico 'slalom' para ir calentando las piernas, optó por 'perdonar' ante Almunia tras buena jugada individual y acabó por meter el balón en la portería y dar, al descanso, la clasificación a su equipo.
Y es que con la progresión de Messi, el Barça progresó hasta tal punto que cerró de la mejor manera posible la primera parte; con buen juego, fantástica actitud, y el premio buscado. El gol de Messi, por cierto, una obra de arte por la belleza y, sobre todo, la importancia. Recogió una excelente asistencia de Iniesta, con 'croqueta' inicial, y se deshizo de Almunia como quiso, con la magia que le caracteriza. 'Toquecito' al balón para hacer un sombrero, posterior volea y gol. Fue la mejor manera, también, de acabar con una creciente violencia 'gunner'.
GOL EN PROPIA PUERTA INESPERADO, CAMBIO RADICAL Y ARREÓN BLAUGRANA
El Barça salió a por el segundo tras el descanso, pero se encontró con todo lo contrario. En una acción desafortunada, Busquets marcó en propia puerta al intentar despejar un córner. El Arsenal, sin buscarlo, vio como subía el 1-1 al electrónico y se encerró del todo atrás. En unos minutos eléctricos, Almunia salvó los muebles ante un Villa que perdonó demasiado, y van Persie cambió de nuevo el escenario al ver la segunda amarilla y ser expulsado.
A partir de aquí, ofensiva total de un Barça ante un Arsenal cada vez más cansado y juntando líneas, muy cerrados. Llegaron las ocasiones sin parar, el público estuvo fantástico y como pidió Guardiola, llevó a los suyos en volandas. Tras algún indefinición más, y un Almunia ganándose el suelo, llegaron los goles. Primero Xavi hizo estallar el Camp Nou al no perdonar más, al castigar a los 'gunners' con un buen remate tras otra genialidad del director de juego Andrés Iniesta. El Barça, dispuesto a matar el partido, apretó y dos minutos después fue Messi quien transformó un claro penalti sobre Pedro.
Con el 3-1, y poco más de quince minutos de juego, al Arsenal se le presentó una misión casi imposible. Lo intentó como pudo, pero no llegó a crear peligro. Wenger quitó a Cesc, que se fue silbado, para dar entrada a Bendtner y tener una referencia clara para los balones largos. No obstante, fue de nuevo Almunia el protagonista al detener otro uno contra uno, esta vez a Messi. Afellay, primer recambio blaugrana, a punto estuvo de marcar en la primera acción de su debut europeo con el Barça, y también en la segunda, en la que se topó con Almunia de nuevo.
El Barça jugaba a placer, pero no supo encontrar el cuarto gol, el de la tranquilidad. Y es que con un gol inglés la eliminatoria era para los del Emirates. Quizá nadie pensó en ello hasta que Mascherano se pegó la carrera de su vida para evitar que Bendtner fusilara a Valdés. La jugada nació de una pérdida de Adriano, que tuvo molestias en el final del partido. No hubo más sustos para el Barça, que se ganó el billete para los cuartos de final pese al suspense.
El partido tuvo de todo y fue merecedor de la mejor de las Ligas de Campeones posibles. El Arsenal planteó bien su partido, pero es que el empuje del Barça fue tal que les pudo. Con la expulsión de van Persie, el Barça subió una marcha y ahogó a unos 'gunners' que se quedaron sin fuerzas. Llegaron los goles para poner el broche de oro y el suspense final fue la guinda del pastel.
En sus primeros compases, el partido ya se esbozó. Como el año pasado en cuartos de final, el Arsenal se metió atrás pero con una línea defensiva muy avanzada, y el consiguiente riesgo de dejar espacio a los atacantes blaugrana, y renunció a un balón que recibió el mimo y caricias de Xavi, Iniesta y compañía. El Arsenal marcó territorio con duras entradas y mordió mucho, pero el Barça tuvo paciencia.
Con ella, poco a poco fueron llegando las ocasiones, más frecuentas a medida que el cansancio de los peones de Wenger empezó a causar estragos en la concentración 'gunner'. Si bien peligro claro no hubo hasta bien entrada la primera parte, la actitud de ambos equipos fue inconmensurable. El Arsenal cerró todos los espacios conocidos, el Barça intentaba abrir otros nuevos. Y cuando eran los ingleses que estiraban líneas en busca de Valdés, la defensa blaugrana estuvo de '10' y con el 'Jefecito' mandando más que nunca en un apoyo vital para Abidal y Busquets, pareja de centrales inédita.
El joven portero Szczesny tuvo que dejar el campo en el minuto 15, lesionado al detener una potente falta directa de Alves. Así, fue Almunia quien, como en la final de París en 2006, entró al terreno de juego con el partido comenzado. En aquella ocasión, lo hizo por expulsión de Lehmann. Empezó bien el español, pero fue el protagonista en el arranque ofensivo final de los catalanes.
Lo intentaron Pedro y Villa, con disparos flojos y bien presionados por los contundentes Koscielny y Djourou, Adriano intentó sorprender 'a lo van Persie' --titular pese a estar 'lesionado'-- con un disparo en vez de centrar que se estrelló en el palo, y luego estuvo Messi, que como siempre come a parte. Primero sufrió un posible penalti, no señalado ni con falta, después se pasó a su típico 'slalom' para ir calentando las piernas, optó por 'perdonar' ante Almunia tras buena jugada individual y acabó por meter el balón en la portería y dar, al descanso, la clasificación a su equipo.
Y es que con la progresión de Messi, el Barça progresó hasta tal punto que cerró de la mejor manera posible la primera parte; con buen juego, fantástica actitud, y el premio buscado. El gol de Messi, por cierto, una obra de arte por la belleza y, sobre todo, la importancia. Recogió una excelente asistencia de Iniesta, con 'croqueta' inicial, y se deshizo de Almunia como quiso, con la magia que le caracteriza. 'Toquecito' al balón para hacer un sombrero, posterior volea y gol. Fue la mejor manera, también, de acabar con una creciente violencia 'gunner'.
GOL EN PROPIA PUERTA INESPERADO, CAMBIO RADICAL Y ARREÓN BLAUGRANA
El Barça salió a por el segundo tras el descanso, pero se encontró con todo lo contrario. En una acción desafortunada, Busquets marcó en propia puerta al intentar despejar un córner. El Arsenal, sin buscarlo, vio como subía el 1-1 al electrónico y se encerró del todo atrás. En unos minutos eléctricos, Almunia salvó los muebles ante un Villa que perdonó demasiado, y van Persie cambió de nuevo el escenario al ver la segunda amarilla y ser expulsado.
A partir de aquí, ofensiva total de un Barça ante un Arsenal cada vez más cansado y juntando líneas, muy cerrados. Llegaron las ocasiones sin parar, el público estuvo fantástico y como pidió Guardiola, llevó a los suyos en volandas. Tras algún indefinición más, y un Almunia ganándose el suelo, llegaron los goles. Primero Xavi hizo estallar el Camp Nou al no perdonar más, al castigar a los 'gunners' con un buen remate tras otra genialidad del director de juego Andrés Iniesta. El Barça, dispuesto a matar el partido, apretó y dos minutos después fue Messi quien transformó un claro penalti sobre Pedro.
Con el 3-1, y poco más de quince minutos de juego, al Arsenal se le presentó una misión casi imposible. Lo intentó como pudo, pero no llegó a crear peligro. Wenger quitó a Cesc, que se fue silbado, para dar entrada a Bendtner y tener una referencia clara para los balones largos. No obstante, fue de nuevo Almunia el protagonista al detener otro uno contra uno, esta vez a Messi. Afellay, primer recambio blaugrana, a punto estuvo de marcar en la primera acción de su debut europeo con el Barça, y también en la segunda, en la que se topó con Almunia de nuevo.
El Barça jugaba a placer, pero no supo encontrar el cuarto gol, el de la tranquilidad. Y es que con un gol inglés la eliminatoria era para los del Emirates. Quizá nadie pensó en ello hasta que Mascherano se pegó la carrera de su vida para evitar que Bendtner fusilara a Valdés. La jugada nació de una pérdida de Adriano, que tuvo molestias en el final del partido. No hubo más sustos para el Barça, que se ganó el billete para los cuartos de final pese al suspense.
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