Menos mal que todas las encuestas le dan al Partido Popular una victoria cómoda, con mayoría y sin sobresaltos, porque si llega a haber una que mínimamente pusiera en duda este triunfo, aunque sólo fuera hecha en un bloque de vecinos por simple curiosidad, no me puedo ni imaginar qué no haría Teófila Martínez para darle la vuelta a los sondeos. Y es que a falta de ya menos de un mes para los comicios, los únicos que presenta propuestas electorales son los populares que, en teoría, deberían ser los que estuvieran a la espera de lo que quieren los demás para rebatirlo o aplicarlo. Pero en Cádiz todo se hace al revés. Claro que si todo el mundo apoya ya que haya otro Carnaval en verano, por qué va a ser ilógico que quien gobierna sea quien tome la iniciativa.
Y sé que me llamará más de uno diciendo que ellos han propuesto muchas cosas, y es cierto. Tanto PSOE como Izquierda Unida llevan tiempo diciendo lo que quieren, aunque, seamos sinceros, ¿quién se acuerda ya de ello?. Y no es que la memoria sea muy lacia, es que son iniciativas de corto alcance, que afectan a un barrio, a un zona concreta y lo que la gente recuerda, y apoya o no apoya, son las propuestas genéricas, las que va a repercutir en la mayoría de los gaditanos. Y éstas, incluso para el PP, no son tantas, pero alguna queda, como la de crear una zona naranja para los aparcamientos en superficie.
Durante años, Teófila y su equipo repetitivo (porque repiten en las listas, no porque se repitan en lo que dicen) llevan construyendo más parkings que casas en esta ciudad. Y como todo lo que se hace aquí, se alaba por un lado y se critica por el otro. Que si está muy bien porque no había dónde estacionar, que si está muy mal porque son caros. Todo es motivo de polémica. Por eso, su plan naranja no va a pasar desapercibido, aunque la oposición (salvo IU) siga de ‘puente’ y tarde en reaccionar sobre los inconvenientes que va a crear.
Y va a crear muchos, que nadie lo dude. Y es que la iniciativa tiene su miga, porque consolida un poco más que para tener un coche en Cádiz no sólo hay que pagar por tenerlo vía impuestos, sino por el simple hecho de tenerlo, aunque ni siquiera se mueva por eso del precio de la gasolina. Lo tengas donde lo tengas, habrá que pagar por aparcarlo y por mantenerlo allí. Y quien piense que ya tiene una plaza de aparcamiento en un parking que no se olvide que también paga por ella vía tasas municipales. Es cierto que hay demasiados coches, que Cádiz no puede crecer mucho más, que incluso cuando crezca por la Zona Franca --otra de las propuestas de los populares para estas elecciones-- nadie querrá dejar allí aparcado el coche aunque sea deforma gratuita --lo que está por ver-- porque todos queremos el coche debajo de casa. Es cierto que se quiere apostar por un tranvía urbano. Es cierto que se está impulsando el carril bici. Pero también es cierto que no todas las soluciones a la masificación automovilística debe conllevar obligatoriamente el pago por aparcar. Pero las cuentas están como están y de ahí surge esa idea de seguir cobrando.
Pero una cosa se debe dejar también clara: hay que reconocer la valentía de la alcaldesa de proponerlo antes de las elecciones. Lo cómodo, lo fácil, hubiera sido ganar en mayo y luego imponer la medida. Es lo que hubiera hecho la mayoría. Habría recibido críticas, habría habido más de un enfado, pero al final se hubiera impuesto. Sin embargo, Teófila ha querido ser clara y lo ha anunciado antes de que la gente vaya a votar. Y eso es simplemente valentía política. Y ésa es la forma en la que al final se ganan las elecciones, porque proponer desde la oposición todo lo que uno piensa y sabe que no se va a poder pagar ni aplicar es fácil. Lo complicado es dar la cara y en este tema, el PP lo ha hecho.
Pero no por ello nadie se debe conformar, empezando por la propia alcaldesa. Por muy práctica y valiente que sea la medida, puede haber excepciones y alternativas, porque si las cuentas municipales están como están, también las de los gaditanos de a pie están más que chuchurrías y no se debe cargar sobre ellas todo el peso de la necesidad, máxime cuando el plan naranja no te garantiza una plaza de aparcamiento, sino sólo al posibilidad de aparcar antes de que la grúa se te lleve el coche.Quizás se debería ser más valiente y buscar otro tipo de fórmulas, que las hay, que no graven tanto a los gaditanos.
Y, si no se va a hacer, por lo menos que lo hagan bien y los tickets se hagan de la mejor forma posible, ya que si Cádiz ha tenido la mayor ‘cantidad’ de minusválidos de todo el mundo, gracias a la habilidad para falsear estas tarjetas, como no se tenga cuidado se va a agotar los toners naranja en las tiendas de la cantidad de tickets que van a surgir por todas partes. Que en eso de la picaresca, también hay muchas propuestas ‘valientes’ en esta ciudad.
IU aspira a poder ‘asfaltar’ la campaña
Buena prueba de cómo va esta campaña electoral puede verse en IU, que se ha pasado más de una semana enviando la misma nota criticando el plan de asfaltado de la ciudad. Y no es que esté mal que pida un reparto más “equitativo” de este plan al exigir que vaya a otras zonas menos favorecidas (que sean donde ellos sacan más votos es casualida, no se crean). Pero cuando logra que le respondan a su propuesta, su salida es descalificar al delegado de Urbanismo, Ignacio Romaní, y tildarlo de “peligro” para la ciudad. Si éste es el tono de la campaña...
Una propuesta demasiado ‘festiva’
Si el domingo pasado los comerciantes daban un paso al frente y abrían ante la llegada de miles de cruceristas, en ésta la iniciativa ha partido de Horeca, quien, ante el éxito obtenido, asegura que se plantea pedir que Cádiz pueda abrir todos los festivos, ya que la experiencia del último domingo fue genial... para la hostelería. Pero me da que la sugerencia ha acabado siendo demasiado ‘festiva’, ya que los comerciantes no están muy por la labor de hacer una norma de una excepción. Y aunque no descartan abrir algún que otro festivo, apuestan más aferrarse a los ochos días al año que ya marca la ley. Está claro que nunca llueve a gusto de todos.