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Al tercer día de lluvia, el sol luce con El Resucitado

El agua impidió la salida de las hermandades del Jueves y Viernes Santo y la Madrugá. El Miércoles Santo dio una tregua

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  • El Resucitado -
Lamentablemente, la lluvia ha sido la protagonista no invitada de la Semana Santa 2011. Su indeseada presencia ha deslucido la Semana de Pasión de Huelva y ha impedido que muchas hermandades realizaran su estación de penitencia y tengan que esperar un año más para ver a sus venerados pasos por las calles de la capital onubense. Así, sólo las hermandades del Miércoles Santo pudieron realizar su recorrido, alterado en algunos casos. A partir del jueves, las hermandades tuvieron que quedarse en casa, llorando en silencio y junto a sus imágenes y sin dejar de mirar al cielo.

Sólo ayer el tiempo dio una tregua para, al menos, poner un digno broche de oro a la Semana Santa onubense. Y así fue. La Hermandad del Resucitado recorrió triunfalmente por las calles de Verdeluz, arropado por su barrio y por un buen número de fieles, deseosos de ver un paso en la calle después de tres días de intensa lluvia.
El Resucitado salió a las 10.00 horas desde la Parroquia del Pilar del barrio de la Hispanidad, para regresar al templo tres horas después. La imagen del señor es obra de Elías Picón de 2002, y la Virgen de la Luz del mismo autor de 2001.

La Hermandad del Resucitado cerró ayer una de las semanas santas más lluviosas de los últimos años y que ha acabado con la ilusión de muchos cofrades.

Viernes Santo
Así pasó el Viernes Santo, que no pudo ver a ninguna de sus cofradías en la calle. La primera hermandad en tomar la difícil decisión de no salir a la calle fue La Fe, que desde la barriada de Isla Chica tenía previsto hacia la carrera oficial sobre las seis de la tarde. Su barrio se quedó esperando al Cristo de la Fe y la Virgen de la Caridad.

El Santo Entierro, El Descendimiento y La Soledad también decidieron no retar al mal tiempo y permanecer en sus céntricos templos, por lo que el Viernes Santo también dejó un mal sabor de boca a los cofrades onubenses, que tuvieron que resignarse y confiar en el que próximo año la lluvia sea más indulgente.

Madrugá y Jueves Santo
Noche negra también la que vivió Huelva en la Madrugá, que finalizó más sola que nunca. Iba a ser una noche en la que El Nazareno iba a procesionar solo, después de muchos años en compañía de El Perdón y La Misericordia, pero el mal tiempo impidió que la ciudad se reencontrase con el Señor de la Madrugá. Sin embargo, el mal tiempo no impidió que la Concepción se llenase de fieles que quisieron acompañar al Nazareno y a la Virgen de la Amargura en una noche de profunda tristeza, la misma que también reinó durante el Jueves Santo.

Como pasara el Viernes Santo, las cuatro hermandades llamadas a cumplir su estación de penitencia el Jueves Santo se quedaron sin salir por culpa de la lluvia, tras pedir algunas de ellas la moratoria de una hora que el Consejo de Hermandades permite solicitar en caso de inestabilidad meteorológica.

La primera en suspender la cofradía fue La Oración en el Huerto, que tenía previsto salir a las 19.35 horas, mientras que 20 minutos más tarde tomó la misma decisión La Misericordia, que este año debutaba el Jueves Santo tras varios años en la Madrugá.

Posteriormente, decidieron quedarse en sus templos Los Judíos y La Buena Muerte, conscientes del que el tiempo les había jugado una mala pasada.

Miércoles Santo
Y por fin llegó el Miércoles Santo, donde el mal tiempo abandonó por unas horas a Huelva, las suficientes para que El Prendimiento, La Victoria y La Esperanza saliesen a la calle para el deleite de los cofrades onubenses. Sin embargo, el riesgo de lluvia cercenó parte de la jornada cofrade, en la que sólo la Hermandad de la Esperanza completó su itinerario según lo previsto.

En cambio, La Victoria lo acortó tras el paso por carrera oficial y no pasó por El Matadero y el Barrio Obrero en su recogida, mientras que antes de entrar en Placeta, El Prendimiento se dio la vuelta para recrearse después en su barrio.

De este modo, la hermandad venida del Carmen no pudo pasar por carrera oficial y la del Polvorín vio alterada buena parte de su trayecto de recogida.

No obstante, eso no impidió que Huelva vibrara con el Miércoles Santo onubense. Las vírgenes de la Victoria y la Esperanza reinaron con todo su esplendor conscientes de que todas las miradas se posarían en ellas.

En esta ocasión el tiempo dio una tregua, que no volvería a dar hasta el Domingo de Resurrección. La Semana Santa terminó, ahora a esperar un año más.

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