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Navalcardo

Un ole en la catedral

De nuevo todo Jaén fascinado. Sólo sentir el poder transformador de la música que emerge de las manos del pianista de Jaén Chico Pérez

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  • El pianista Chico Pérez, en concierto. -

Lo hizo una vez por fuera y ahora lo ha hecho por dentro. Primero fue en un mes de septiembre a los pies de la catedral, arropado por una orquesta, en el pórtico del Festival de Otoño. Ahora en el prólogo de esta Navidad -que en Jaén se alarga hasta San Antón- en el interior del templo catedralicio.

De nuevo todo Jaén fascinado. Bastaba con cerrar los ojos y dejarse llevar. Sólo sentir el poder transformador de la música que emerge de las manos del pianista de Jaén Chico Pérez.

Tocar el piano en el centro de la catedral de Jaén es como hacerlo a las mismísimas puertas del cielo. Y más si la causa que lleva a ello es la ayuda al prójimo.

 Porque ese concierto del pasado 19 de diciembre tenía ese componente especial de ayuda a los damnificados por la Dana que arrebató la vida colectiva de los valencianos.  La tragedia que aún permanece en la memoria de todos.

Música para amortiguar el dolor. Música para adentrarnos en una nueva Navidad según Jaén. Y una catedral, la nuestra, reconvertida en un inmensa cajita de música.

Y si en aquella primera vez una orquesta envolvía al músico en la rotundidad de la Plaza de Santa María, esta vez un sencillo acompañamiento de dos voces femeninas y un violonchelo bastaron para completar una formación que permitió aflamencar los villancicos y pellizcar el alma de aquellos que estaban sentados donde habitualmente se oye misa. Por eso en más de una ocasión brotó el olé sincero entre los mil jiennenses que tuvieron el privilegio de vivir otro concierto inolvidable.

No es de extrañar. En el flamenco como en la tauromaquia cuando esto sucede es porque los sentimientos van al compás de aquello que se oye y se ve. Aquello que se siente. Y Chico de nuevo estuvo cumbre.

Sólo tiene en diminutivo el apelativo con el que todos le conocemos porque en cambio su música lo hace grande. Su talento también, pero más aún la categoría  humana de quien sabe que entre las bondades de la música está crear felicidad. Y no hay mayor felicidad que hacer felices a los demás ayudándolos cuando la vida así lo requiere. Ole por él.

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