El secretario de Estado de las Administraciones, Antonio Beteta, ha vuelto a referirse al “error” que, a su juicio, cometió con la “desafortunada frase” del “cafelito” de los funcionarios, tras lo cual ha dejado claro que no quiere “dejar de decir” lo que piensa, y es que “todos tenemos que esforzarnos más en un momento complicado”.

Si se publicaba en VIVA CÁDIZ el sindicato CSIF y Horeca coincidían en lo poco acertado desde asunto, tanto hosteleros como funcionarios de la capital han lamentado que este se produjera una eliminación del tiempo del desayuno.

En las inmediaciones de la plaza Asdrúbal se hallan varios edificios dependientes de la administración autonómica, inclusive nacional, como Tráfico, aunque algo más alejado. En los locales de la zona, la hora del desayuno es clave, puesto que se llena de empleados públicos y “es uno de los momentos más importantes, puesto que hay mucha clientela para servirles el café”, como apunta Jorge Ochoa del Bare Nostrum. El camarero no concibe esa idea puesto que “ni a los funcionarios les pueden quitar ese tiempo de descanso, ni a nosotros esa posibilidad de vender”.

De igual forma se manifiesta Manolo, del Bar Asdrúbal, quien es cociente que “nosotros estamos para servirles a ellos, si les ponen una máquina de café y no viene, fíjate la gracia que nos hace a nosotros”.

En estos bares, son muchos los funcionarios que concurren preguntados a varios de ellos, aunque sin querer identificarse, ven positivo que se “controlen” las horas de salida para descansar, pero “no que las eliminen”. Aluden al derecho que tienen estipulado en el convenio y que no debe ser “modificado”.

También, al igual que opinaba Sebastián Alba del CSIF, “muchos jefes de sección no dan ejemplo y son los primeros que se marcha”. Aseguraba un funcionario, con más 30 años en la administración, que “lo que no se puede hacer bajo ningún concepto es aprovechar ese tiempo para asuntos personales”.

Así, se refería, por ejemplo, al tiempo que emplean muchos “para ir al Piojito o al banco”, matizando que “para eso están los días de asuntos propios”.

Estas acusaciones van en detrimento de la imagen del funcionariado público que, según cuentan, “los problemas siempre les cuenta a los de abajo, a los jefes nadie los toca”.

En líneas generales, funcionarios, sindicatos y hosteleros, no están de acuerdo con que se elimine ese tiempo de asueto para el desayuno, unos por descanso y otros por beneficios, aunque sí deben “controlar” más, “empezando por los propios jefes”.