No; no me refiero al empleo que se destruye y se corrompe en tiempos de crisis como los actuales. Me refiero al empleo de la política, tan singularmente fructífero. Hoy tengo datos que me han asombrado incluso a mí y que quiero poner a la disposición de ustedes. Verán:
El artículo 8, Nos. 1 y 2 del Reglamento del Congreso de los Diputados dice que los diputados tendrán derecho: a las ayudas, franquicias e indemnizaciones por gastos que sean indispensables para el cumplimiento de sus funciones. Con una asignación constitucional idéntica para todos los diputados de 2.918,64 €/mes.
Veamos: analicemos algunos capítulos de las retribuciones del Congreso.
El presidente del Congreso tiene: un sueldo de 2.918,64 €/mes; como miembro de la Mesa, un extra de 3.365,66 €/mes; y como complementos, 3.654,84 €/mes por gastos de representación y 2.996, 65 €/mes para gastos de libre disposición (es decir, de los que no tiene que dar cuenta a nadie). En total, 12.935,79 €/mes que suponen una asignación anual de 155.230 €/año, es decir, 25.828.099 pesetas/año.
Cada uno de los vicepresidentes tiene (por los mismos conceptos y en el mismo orden) 2.918,64 €/mes de sueldo; 1.238,15 €/mes por miembro de la Mesa; 1.072,31 €/mes por representación y 750,10 €/mes para gastos de libre disposición. En total, 6.024,20 €/mes, que hacen una asignación anual de 72.290 €/año (12.028.044 pesetas/año).
Cada uno de los secretarios tiene: 2.918,64 €/mes de sueldo; 1.001,92 €/mes como miembro de la Mesa; 868,23 €/mes por representación; y 718,54 €/mes para gastos de libre disposición. Un total de 5.507,33 €/mes, que hacen la cantidad de 66.088 €/año (10.996.118 pesetas/año).
Y seguimos (ya sin hacer el distingo entre conceptos, porque sería inacabable):
Cada portavoz percibe una cantidad mensual de 5.748,34 €/mes, que hacen un total de 68.980 €/año (11.477.306 pesetas/año).
Cada portavoz adjunto percibe mensualmente 5.083,41 €/mes, que hacen un total de 61.000 €/año (10.149.546 pesetas/año).
Cada presidente de Comisión percibe mensualmente 4.403,24 €/mes, es decir, un total de 52.839 €/año (8.791.6709 pesetas/año).
Cada vicepresidente de Comisión: 4.004,08 €/mes, que hacen 48.049 €/año (7.994.681 pesetas/año).
Y así sucesivamente… Pero no paran ahí las cosas: cada diputado que no viva en Madrid, percibe la bonita suma de 1.702,59 €/mes (283.287 Ptas./mes), exentos de tributación, por este concepto (20.431 €/año = 3.399.446 Ptas./año). Pero os confundís si pensáis que es por transporte. Por este concepto (avión, etc.) pagan a cada diputado su coste. Por gastos de desplazamiento dentro de España 120 €/día; el Congreso regala a cada diputado un ordenador portátil y un teléfono móvil para su trabajo; cada diputado tiene despacho propio en el Congreso; algunos disponen de personal de confianza con cargo al Congreso: unos, dos personas, otros una y otros comparten los secretarios/as que están a su disposición. Corren a cargo del Congreso las cotizaciones a la Seguridad Social y Mutuas. Y, por supuesto, disponen de coches oficiales.
En cuanto a las subvenciones, cada grupo recibe una asignación anual que va desde los 3.326.266 €/año del PSOE hasta los 410.403 €/año de los Grupos Mixtos. He hecho los cálculos y me pasmo al ver que a unos grupos corresponden 20.283 €/año por diputado; a otros hasta 82.081 €/año por diputado… Las asignaciones de subvención por diputado son todas ellas distintas.
Esto es para los diputados con acta en el Congreso de Madrid: añadid lo que nos cuestan los de los Parlamentos autónomos (17 autonomías bien cuajadas), los senadores, el Consejo de Estado, el Consejo del Reino, los cargos políticos de los ayuntamientos… Y aún tenemos que pagar a 644 asesores del presidente del Gobierno (¿realmente hacen falta tantos? ¿Por qué no conocemos su listado? ¿Trabajan realmente, o ni aparecen?).
Por último: los 600.000 funcionarios que había en 1976 se han convertido en los 3.000.000 de la actualidad.
Comparando: cualquier persona que quiera trabajar en el sector privado debe de someterse a unas entrevistas en las que se les exigen títulos universitarios, idiomas, experiencia… Y todo para acceder a salarios de en torno a los 1.000 €/mes (unos 14.000 €/año).
Nadie evalúa los méritos ni conocimientos de los políticos: sabemos que algunos no tienen ni el bachillerato. ¿Es justo todo esto? ¿No resulta el mejor empleo el de político? ¿Hasta qué punto vamos a soportarlo, en especial en una época de crisis en la que el que más y el que menos estamos perdiendo los puestos de trabajo en la actividad privada?