La Navidad ha sido especialmente intensa para el Club de Montaña Lanteira. Así, han realizado dos rutas que han hecho las delicias de los asistentes. Comenzaron el sábado 28 de diciembre, con una salida al cortijo del Hornillo y continuaron el pasado domingo 5 de enero, previo al día de Reyes, con una ruta preciosa por “Los Cahorros” de Monachil, guiada por Antonio Gámez López, presidente de este club del Marquesado del Zenete.
La ruta de Los Cahorros se inició en el pueblo de Monachil, pasando por una serie de cortijos, parando para ver una panorámica preciosa en la era “Los Renegrales”. Desde ahí se divisan todos los puentes colgantes y donde se inicia el desfiladero de los Cahorros de Monachil. Pasaron por el puente colgante de los Cahorros altos de unos 63 metros de longitud donde el vértigo se apoderó de más de uno de los excursionistas, para adentrarse en los estrechos pasos rocosos que llevan hacia la cueva de las Palomas, ruta en la que se encontraron numerosas pozas de agua a lo largo del río Genil. Sortearon como pudieron estos salientes rocosos, ágatas, de pie, dejándose caer al río siguieron hasta los tajos de Cibrinalejo, para cruzarlo en las inmediaciones de la central eléctrica de la Vega.
A la vuelta, tomaron el carril de las Siete Lamentaciones, que les costó subirlo, pero mereció la pena, ya que las vistas eran espectaculares. Una vez realizado un merecido descanso en el merendero cerca del Camping del Purche, siguieron por la carretera que se dirige hacia Monachil, para abandonarla en dirección a Los Hundideros y continuar el carril que les llevó donde tenían los coches. El tiempo que les llevó realizar todo este recorrido, incluidos los descansos, fue de unas seis horas.
Por otro lado, el sábado 28 de diciembre, realizaron una salida al cortijo del Hornillo (nombre procedente de un antiguo hornillo que existía en la puerta del citado cortijo), situado en el término municipal de Güejar Sierra, en la margen izquierda del río Genil sobre 1.834 metros de altitud. Por la posición privilegiada en la que está asentado en la loma de San Juan, es uno de los mejores oteros para disfrutar los principales accidentes que forman la cabecera del río Genil, formada por las caras nortes de los más importantes picos de Sierra Nevada: Vacares, Alcazaba, Mulhacén, Puntal de la Caldera, Juego de Bolos, Puntalillo de laguna Larga, cerro de los Machos, Veleta, etc… Los ríos Valdecasillas, Valdeinfiernos, Real y Guarnos, lomas como la del Calvario, Valdecasillas o Lanchar.
Dejaron los coches en la última estación del antiguo tranvía de la Sierra (en el barranco de San Juan), iniciaron la ruta a pie por la verea de la Estrella, recorriendo cerca de un kilómetro y abandonándola se inicia la subida hacia la Hortichula (coincidiendo con el tramo 18 del GR-240-SULAYR). Pasaron por la cantera de la Serpentina (donde abandonaron el GR-240) siguiendo a la izquierda la ascensión hasta el cortijo del Hoyo, continuando por las cabeceras de los barrancos de las Tormentas, el de la loma del Muerto y el de Cabañas viejas, introduciéndose en el robledal de las Dehesas de San Juan hasta el cortijo del Hornillo, reparado recientemente.
El regreso se hizo retrocediendo por el robledal hacia Cabañas Viejas (donde se encuentra el cortijo del mismo nombre), por el cortijo de las Pozas. Descendieron hasta la verea de la Estrella, frente a la desembocadura en el Genil del río Vadillo, en las proximidades de la división de caminos de la citada verea de la Estrella y la que desciende hacia el puente del Burro para cruzar el río Genil y subir la loma del Calvario.