En declaraciones a Europa Press, el dueño de un bar próximo a la iglesia explicó que los hechos ocurrieron el jueves por la noche cuando la Policía Local se presentó en la parroquia y procedió a detener al sacerdote, M.E., porque presuntamente había maltratado a una mujer que decía ser "su hermana".
En este sentido, señaló que la mujer había estado en el bar ese día y "dijo que era la hermana del párroco", a lo que sumó que "nunca" había protagonizado episodios de ese tipo aunque sí "hacía cosas muy raras".
No obstante, mostró su asombro y relató que "el pueblo se siente muy mal" por lo ocurrido, aunque aseguró que si se confirma la agresión no quieren que vuelva a la localidad.
Por su parte, otro vecino que no quiso opinar sobre el asunto porque aseguró que "no" conocía al párroco sí indicó que "la noticia ha sentado fatal en el pueblo".
Una opinión que también compartía otra vecina próxima a la iglesia de San Rafael Arcángel, quien admitió que ella ya sabía de episodios "violentos" del cura, aunque matizó que "nunca" había maltratado a una mujer, sino a "un perro que tenía". A pesar de ello, apuntó que los hechos han sentado "muy mal" en el municipio.
Por último, otra vecina sintió "pena" por el cura porque lo conocía de "hace años" y se mostró "sorprendida" por lo ocurrido, si bien matizó que no vio "nada", sólo sintió los "golpes" de la policía intentando entrar en la vivienda del sacerdote.