?Hoy no me puedo levantar?, un recorrido por los tópicos de los 80

El Gran Teatro Falla pone la guinda del pastel a su programación de primavera con la escenificación durante tres días y seis funciones del musical Hoy no me puedo levantar. Aún sin saberse datos concretos, pero viendo el lleno total del coliseo gaditano en todas las funciones solo cabe decir que ha sido todo un éxito, de hecho, la respuesta del público durante sus escenificaciones ha sido contundente, ya que además de corear las canciones y acompañarlas con palmas, hubo alguno, que, invitado por los actores claro está, se atrevió a subir a las tablas para cantar alguno de los éxitos de los hermanos Cano.

Para todos aquellos que aún no lo sepan, conviene decir que Hoy no me puedo levantar no es una selección de canciones de Mecano cantadas por diferentes artistas y acompañadas de variopintas coreografías, es un musical en el que las piezas de la mítica banda ochentera española se intercalan en el guión para escenificar así la historia, o sea, que algunas quedan bien y otras no tanto, más bien entran con calzador.

La historia arranca a principios de los 80, cuando dos chavales de un pueblo, en este caso Parla, deciden echarse el macuto, más bien la guitarra, al hombro, y se van a Madrid (no muy lejos) con el sueño de formar un grupo de música.Cuando Mario y Colate llegan a la capital se dan cuenta que no se puede llegar y besar el santo y comienza su odisea, empiezan a trabajar en un bar, llamado El 33 y van conociendo a gente, como Patxi y Guillermo, que serán los componentes del grupo. Mientras que Mario pasa toda la historia detrás de una chica, Colate, que había dejado a su novia en el pueblo, toma la senda de las drogas. Finalmente consiguen ser el grupo más famoso de toda España.Todo el rato hay menciones constantes a los tópicos de la movida ochentera española, como el término new romantic, Pedro Almodóvar, Alaska, la heroína o incluso a Costus.

Por supuesto, todo aderezado con canciones como Me colé en una fiesta, Una rosa es una rosa, Maquillaje, la propia Hoy no me puedo levantar o Hawaii-Bombay, entre otras. En fin, un musical que podrá gustar o no gustar y en el que a veces parece que las canciones entran a duras penas, pero al que el público ha respondido.