Gana Macron en Francia y la prensa rápidamente habla de maremoto. Si se ve la participación el maremoto es menor. La mitad de los franceses ha entendido que la elección de la Asamblea Nacional no iba con ellos. Pero la supermayoría absoluta de que dispondrá el joven presidente sí será de maremoto. Como los votantes lo sabían han dicho “Que voten los suyos” y bien que lo han hecho. Dispondrá, tras la segunda vuelta entre los mejor clasificados en la primera de más de 400 escaños de 577. Así que la República está en Marcha, que es el nombre del partido de Macron, ministro de Economía que fue con el enterrador del Partido Socialista de Francia, el presidente Hollande, con la ayuda de Valls.
May convoca elecciones anticipadas pensando en otro maremoto y le sale el tiro por la culata. Ya el Maymoto es un maremoto contra ella misma. Ha ganado pero en unas condiciones tan precarias que ha resultado perdedora a la vista de su partido y de los oponentes laboristas. De Corbyn se esperaba un desastre y ha resultado la esperanza de la vuelta de la vieja socialdemocracia de toda la vida. La que defiende la igualdad y el reparto. La que no hace ascos de una nacionalización bien llevada y de un sistema de salud y de enseñanza que llegue a todos. El Brexit ya no será lo que se esperaba. Porque la brecha generacional y cultural lo va a impedir. Las ciudades y la juventud lo han desterrado con la dureza que pretendía Theresa May.
Hoy, Podemoto en España con la moción de censura de Podemos. Veremos, tras el debate, si las aguas van contra el proponente o contra el impugnado. Contra Iglesias o contra Rajoy. Hay una novedad no menor. El que tendría que ser jefe de la oposición está en Ferraz por la movida de los barones socialistas del uno de octubre. Un boomerang del que no se arrepentirán nunca suficientemente, porque han elevado a Pedro Sánchez a la categoría de líder político. Antes –y cito a Pepe Oneto- sólo era secretario general del PSOE.
Pero seamos honestos. Para maremoto el de Nadal. Rafa Nadal ha cubierto todas las expectativas posibles y ha batido todas las marcas para ser considerado el mejor deportista español de todos los tiempos. Un ejemplar maremoto.
