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Menos paro pero más familias con todos sin trabajo

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El ministro tenía razón y los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) se la dieron ayer. Y es que el desempleo, aunque sigue subiendo, modera su ascenso, lo que puede dar tímidas esperanzas para hacer realidad esa frase tan deseada: lo peor de la crisis ya ha pasado.

No en vano el paro subió en 126.700 personas en el segundo trimestre del año, el 3,1% en relación al trimestre anterior, con lo que el número total de desempleados se sitúa en 4.137.500 y la tasa de paro repunta cinco décimas, hasta el 17,92%, alcanzando su valor más alto en 11 años, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).

En concreto, la tasa de desempleo es la más alta de la serie histórica comparable, que arranca en 2001, pero remontándose más atrás, utilizando series no comparables, no se alcanzaba un porcentaje de esta naturaleza desde el cuarto trimestre de 1998, cuando la tasa de paro llegó a situarse en el 17,99%. No obstante, la subida no ha sido tan radical como en el anterior trimestre.

Algo es algo, pero desde luego no para echar las campanas al vuelo. Más aún, hay que ser todavía más cautos, porque esta el trimestre que se analiza, le de la primavera con sus fiestas y poblaciones enteras que se abren al turismo, suele ser la mejor para crear empleo. Se sabe por la EPA que en los últimos doce meses el paro ha subido en 1.755.900 desempleados, un 73,7% más, cebándose más en los hombres que en las mujeres.

Así, el paro masculino se incrementó en 1.106.200 desempleados en el último año, con un repunte del 93,5%, mientras que el femenino aumentó en 649.700 paradas, un 54,2% más. Los únicos sectores que redujeron su número de parados durante el segundo trimestre fueron la construcción y el colectivo de los buscan su primer empleo, con 41.900 y y 12.800 desempleados menos, respectivamente.

Pero hay datos más llamativos y alarmantes para el bienestar de la sociedad que estos simples números. Y es que han aumentado los desempleados de larga duración (de más de un año), así como los hogares con todos sus miembros en paro, que son ahora 49.900. La situación no pinta bien, por lo que más que nunca el Gobierno ahora se tiene que mantener inflexible para no reducir ni un ápice las ayudas sociales. Más aún, deben ser cada día más.

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