Una vez más, el “ministro de no Consumo” la ha vuelto a liar. Alberto Garzón ha iniciado una campaña por la cual se indica que hay un consumo excesivo de carne según el criterio de este cargo público del Gobierno de España y se debe reducir el mismo por parte de la ciudadanía.
Esto no es nuevo, el pasado mes de mayo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la presentación del plan “España 2050. Fundamentos y propuestas para una Estrategia Nacional de Largo Plazo”, señaló que es necesario reducir drásticamente la ingesta excesiva de carne de origen animal en los próximos años y acusó al sector de ser uno de los principales responsables del cambio climático.
¿Qué le ha hecho la ganadería a este Gobierno?
Además, se trata de unos datos totalmente erróneos que causan un grave daño a un sector importantísimo para la economía de España y que contribuye a paliar los efectos negativos que tiene la España vaciada.
Así, según los propios datos del Ministerio de Transición Ecológica, en su informe sobre emisiones de CO2 en 2020, hay sectores muchísimos más contaminantes con los que no se mete el Gobierno. Por ejemplo, el transporte. ¿Cuándo daño hace a nuestro medio ambiente el Falcon del presidente Sánchez? Muchísimo y a nuestros bolsillos más.
Esta campaña ha puesto al sector cárnico en pie de guerra. Es normal que muestre este sector su indignación con dicha campaña, considerando que los datos son totalmente falsos y lamentando los daños y el desprestigio contra este sector sin un rigor científico. Les digo cifras que Garzón no conoce: la ganadería en España la componen alrededor de 180.000 profesionales ganaderos aportando unos 18.500 millones a la economía española, una cantidad que se amplía hasta los 45.300 millones si se engloba a toda la industria cárnica. En cifras de empleo hay miles de empleos que están en juego con afirmaciones y campañas de este calado y representando en nuestra economía un 2,4% del total del PIB español.
Por tanto, es un sector que aporta muchísimo más que el “ministro de no consumo” de nuestro país. Debe haber una rectificación inmediata del Gobierno y una reprobación de este miembro de su Gabinete por la falta de rigor y de conocimiento. Estas declaraciones hacen un tremendo daño a nuestra economía maltrecha por la pandemia que estamos viviendo.
Y una última reflexión: señores de la izquierda, dejen de decirnos cómo debemos vivir, comer y demás. Me considero un liberal en lo económico y en lo social y este tipo de frenos y obligaciones impuestas me parecen más propias del régimen venezolano que del Gobierno de España.
