Un total de 13.865 usuarios pasaron el pasado año por la Casa de la Juventud. De ellos, la mayoría se han acercado hasta sus instalaciones para informarse sobre actividades formativas u opciones de empleo, según ha informado hoy la responsable del área en el Ayuntamiento de Antequera, Eugenia Acedo, durante la presentación del balance de 2012.
Es por ello, Juventud quiere este año centrase en la puesta en marcha de nuevo cursos, y en la reedición de los que tuvieron más demanda como el correspondiente para sacarse el carné de manipulador de alimentos.
El objetivo es dedicar, al menos, dos tarde a la semana a estas actuaciones. “Creemos que en ocio tenemos bastantes actividades, pero puede que nos falten más cursos de formación”, ha admitido Acedo.
Otras de las actividades que cuenta igualmente con una importante demanda es el aula telemática, por la que pasaron a lo largo de 2012 más de 1.300 usuarios, fundamentalmente menores para la consulta de información en Internet y para la realización de trabajos escolares.
Talleres
También los menores son el público mayoritario de los talleres, sobre los que Acedo ha recordado que están abiertos hasta jóvenes de 35 años. El taller de Maquillarte, según ha apuntado, es el que más éxito ha tenido a lo largo del pasado año, por lo que se espera repetir en este 2013. Eso sí, prácticamente todos los talleres que se han realizado a lo largo del año han cubierto las plazas. Muchos de esos jóvenes, hasta 221 ya cuenta con su carné de usuario. Además también el pasado año se llegaron a realizar más de 200 carnés joven nuevos
Para que los jóvenes tengan claro cuando y cómo se llevarán a cabo las diferentes actividades, el objetivo de la Casa de la Juventud es plantear para este año una programación más estable, dedicando una materia a cada día de la semana.
Presupuesto
Según ha informado Acedo, para este año, el área de Juventud contará con presupuesto de 15.000 euros, lo que significa en la práctica un 25% menos que la cuantía que se destinó el pasado año para las actividades, tras el pago de las facturas pendientes, que rondaban los 5.000 euros.
