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“La Plegaria es algo nuevo que ya se está convirtiendo en clásico”

Solemos verlo por el barrio de San Pedro, con su andar de zancada larga, camino de algún sitio, o dentro de la iglesia, encendiendo las velas al Cristo de los Remedios antes de los oficios religiosos. Manolo Zapata es cantante, presentador, imaginero, poeta.

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  • Manolo Zapata. -

No sabe uno cómo calificar a este hombre, qué ocupación artística ponerle después de su nombre. Hijo de uno de los más grandes saeteros, lleva décadas escribiendo y cantando su Plegaria al Nazareno, que canta y reza la madrugada del Viernes Santo ante el paso del Cristo de San Agustín.

Ahora se ha empeñado en reunir lo mejor de la saeta, del baile, de la plegaria, de la poesía, en un acto que se celebra mañana sábado en el teatro "Olivares Veas", a beneficio de la Hermandad del Silencio, que es lo mismo que decir a beneficio de la Semana Santa, de esta manifestación religiosa y artística tan nuestra.


A un hombre tan polifacético le hemos pedido que haga un poco de meteorólogo y nos diga si va a llover o no está Semana Santa. Obviamente nos ha dicho que Dios quiera que no llueva. Inmediatamente nos recita, sin dudas ni en una estrofa, una oración a Jesús Nazareno que tiene escrita pidiéndole al Santo que se deje ver en las calle, desde San Francisco al Barrio Bajo, que por favor no llueva ninguna madrugada de Viernes Santo.


Y hablando de Viernes Santo. Nos cuenta que una de sus emociones más fuertes ocurrió un año en la Plegaria. Mientras le cantaban al Nazareno la plegaria de "Las golondrinas", cuya letra dice: "¿Dónde están las golondrinas, que le quiten a Jesús esa corona de espinas?", cuatro o cinco golondrinas se posaron en un cable eléctrico a pocos metros del paso, e incluso pasaron rozando la corona. Casualidad o no, él lo cuenta con emoción y respeto y nosotros, con emoción y respeto, lo contamos.


También contamos otras cosas que él nos ha contado.

—Cante, recitación, baile, plegaria. Ha reunido usted lo mejor de todos esos palos. Y los ha reunido a favor de una buena causa. ¿Espera el apoyo de los ciudadanos?
—Hasta ahora están respondiendo. Todas las personas con las que he contactado: cantaores, técnicos, iluminadores y por supuesto el Ayuntamiento, han respondido y les estoy a todos muy agradecido. Incluso los cantaores de fuera de Arcos están dispuestos a venir.
—En estos tiempos de crisis y de inestabilidad, se multiplican los gestos de solidaridad y de ayuda al prójimo. ¿Está usted de acuerdo?


—Claro que sí. Estoy de acuerdo. Quien tenga un poco de sentimiento tiene que estar de acuerdo. Lo que ocurre en que en estos momentos, y con este festival, vamos a atender las necesidades de la hermandad. Porque una hermandad, para salir en procesión, necesita de muchos detalles a los que hay que atender, algo que luego redunda en beneficio de todos los arcenses.
—El festival es a beneficio de la hermandad del Silencio. ¿Cómo ayudan las hermandades, a través de qué cauces?


—Dice el Evangelio que lo que haga tu mano derecha no lo sepa tu izquierda, pero en una ocasión, a través de unos vales, atendemos las necesidades económicas de la gente. Con el Burrito Solidario, que sale en Navidad recogiendo alimentos, el cura párroco de San Pedro hace unas bolsas de alimentos que reparte entre los feligreses necesitados.


—Usted es artista en sentido amplio. Quiero decir que es poeta, imaginero, escultor, cantante… ¿Qué recuerda de su etapa de cantante en Los Flamencos de la Peña?
—La época en Los flamencos de la Peña es de las más bonitas que recuerdo, porque llevo la canción en la sangre. Añoro aquellos tiempos, aunque en cierto seguimos unidos porque cada año hacemos la plegaria a Jesús Nazareno.


—La Semana Santa sin la plegaria al Nazareno ya es inconcebible por las nuevas generaciones. Aparcando un poco la modestia, ¿qué ha aportado usted a la Semana Santa arcense?
—No sabría decir qué he aportado. Quizás los conocimientos que pueda tener en arreglo de pasos e imágenes. Todas las hermandades que me piden colaboración la tienen siempre. Yo creo que en la Madrugada del Viernes Santo hemos aportado una plegaria que se ha convertido ya en devoción. La Plegaria es algo nuevo que ya se está convirtiendo en clásico.


—Volvamos al festival de este día cinco. Invite usted a los arcenses. Deles un motivo para asistir.
—Por experiencia, por otros recitables que he dado, el primer sorprendido soy yo cuando la gente se emociona con mis versos tan sencillos sobre la Semana Santa. Yo espero que me sigan en estos temas, porque he puesto todo mi empeño. Hace unos domingos estuve presentado un concurso de saetas y con mi presentación había muchas personas emocionadas. Es mi aportación a la Semana Santa y es un buen motivo para asistir a este festival.


—Y por último, haga un pronóstico. ¿Tendremos por fin una Semana Santa plena; quiero decir, una Semana Santa en la que no haya que suspender ningunas procesión por culpa de la lluvia?
—Los que amamos la Semana Santa comprendemos que se llore cuando por culpa de la lluvia una hermandad tiene que quedarse sin salir. Estamos esperando la Semana Santa y en los últimos años la lluvia no nos deja verla en su plenitud. Dios quiera que este año el tiempo acompañe y se pueda vivir en todo su esplendor. Precisamente tengo una súplica al Nazareno, pidiéndole que ya está bien, que queremos verlo en la calle.

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