El alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, ha manifestado que “no queremos fastidiar a nadie”, en alusión al cambio drástico que experimentará este año el recorrido de las carrozas de la cabalgata de Carnaval. El regidor asegura que su postura es “responsable” y parte de su obligación de “velar por la seguridad de los vecinos”.


Gambín sabe que los cambios son “antipopulares”, pero recuerda que están encaminados a salvaguardar la seguridad de los participantes en el desfile. “Prefiero que se enfaden con este equipo de Gobierno o conmigo a que ocurra una desgracia, y además es la primera vez que un equipo de gobierno va a seguir los consejos de la junta local de Seguridad”, apostilla el alcalde. A este respecto, señala el evidente peligro que supone el paso de vehículos de tracción mecánica por el casco antiguo; un entramado de calles muy estrecho donde en cualquier momento se puede producir desde una caída hasta un atropello, teniendo en cuenta además que numerosos participantes en la cabalgata marchan ebrios durante el desfile, como se ha podido comprobar todos estos años.


“Soy el máximo responsable de esta ciudad y las cosas se harán como se tienen que hacer. Pido perdón a las personas que se sientan afectadas, pero les tengo que decir que este equipo de Gobierno está trabajando para que tengamos una buena cabalgata”. Isidoro Gambín recuerda en este sentido que Fiestas trabaja para que el desfile, en su vertiente humana, goce de nuevos alicientes para que sea atractiva para los participantes. El alcalde está convencido de que la fiesta de la cabalgata de disfraces se podrá desarrollar con total normalidad en el recinto ferial, es decir, en un lugar donde teóricamente no causaría mayores molestias al resto de la población.
Con este panorama provocado por los cambios en el recorrido de las carrozas, Gambín asegura que su ejecutivo está abierto a posibles nuevas ideas y sugerencias que poder estudiar para ediciones sucesivas del Carnaval. El alcalde asegura que este análisis de las fiestas es “un compromiso”.