La consecución el pasado sábado de la undécima Champions League (antigua Copa de Europa) por el Real Madrid provocó una reacción de alegría y jolgorio colectivo en las principales arterias de Arcos de la Frontera, pero especialmente en la zona de los bares de copas situados en torno a las calles Josefa Moreno Segura y Manuel Pérez Regordán, los focos más importantes de aficionados y seguidores blancos ya que allí se encuentran las dos sedes de las peñas ‘merengues’: la de mayor solera y antigüedad, que preside Diego Serrano Durán, la Peña Madridista “Pepe Martínez Pirri”, y la de nuevo cuño denominada ‘La Volea de Zizou’, que alude en su nombre al famoso tanto del actual entrenador del club de Concha Espina, Zinedine Zidane, que dio al club de la capital su noveno entorchado continental en Glasgow.
La euforia de los simpatizantes merengues se fue extendiendo y desparramando por el ‘circuito’ automovilístico comprendido entre las referidas calles y la avenida Muñoz Vázquez, la Plaza de España y continuando por el Paseo de Boliches, para regresar al lugar de partida bajando por la calle Corredera. La caravana blanca enarbolaba numerosas banderas con los colores del club y la enseña nacional haciendo sonar los pitos de sus vehículos, en los que se veía a numerosos madridistas que mostraban todo tipo de banderas, bufandas y camisetas de la entidad deportiva más popular del mundo, que volvió a encandilar a sus incondicionales con la consecución de un título que pocos esperaban a principios de año, antes de la llegada al banquillo merengue del mítico exjugador francés Zinedine Zidane.
La explosión de júbilo fue tal que la Policía Local tuvo que desplegar un discreto operativo en las calles mencionadas para que el normal desarrollo del tráfico de esa zona no quedase interrumpido más de lo aconsejable, ya que se formaban largas filas de vehículos en la vía pública debido a la considerable cantidad de aficionados festejando la nueva gesta del club de Chamartín. Pasada ya la medianoche, todo fue volviendo a la normalidad pero se echó en falta una celebración más numerosa y llamativa en el lugar denominado ‘La Cibelitas’, a la altura de la Cafetería El Murga, que en esta ocasión no fue el centro neurálgico de las celebraciones de los simpatizantes blancos, que escogieron esta vez la ‘rúa’ automovilística como manera de expresar su indescriptible alegría por volver a conquistar el cetro más valioso del fútbol europeo.