Los visitantes del Parque Natural La Breña y Marismas del Barbate podrán acceder al interior de la histórica Torre del Tajo, una torre almenara, construida en la segunda mitad del siglo XVI que es propiedad de la Junta de Andalucía y está declarada Bien de Interés Cultural.
La naturaleza defensiva de esta torre hace que la puerta de acceso esté situada a unos cuatro metros de altura, lo que la hace inaccesible. Este desnivel ha quedado salvado gracias a la actuación del Ayuntamiento de Barbate, que ha contado con el visto bueno de la Junta de Andalucía y que acaba de finalizar.
La delegada provincial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Silvia López, y el alcalde de Barbate, Rafael Quirós, acudieron ayer a la Torre para verificar el resultado de los trabajos y anunciar el régimen de visitas que tendrá este monumento.
Con la reforma, según explicó López, queda abierta la posibilidad de que los que estén interesados puedan visitar el interior. A partir ahora, los fines de semana la torre abra durante dos horas (de once de la mañana a una de la tarde) para la visita, y también podrán entrar en otros horarios grupos que deberán concertar la visita con el Parque Natural.
La Torre del Tajo forma parte del sistema defensivo que protegía toda la costa andaluza frente a los ataques de corsarios berberiscos. Fue construida entre 1585 y 1588 para defender el cabo de la Tembladera y enlazar las torres de Trafalgar y Barbate, aunque finalmente hubo que complementar el sistema de almenaras con otra más, la de Meca. Es la segunda torre de este tipo más alta de la provincia; tiene más de trece metros y está en el punto más alto del acantilado.
En su interior hay una única estancia de seis metros de diámetro y siete de altura. Una escalera de caracol conduce a la azotea, donde hay una garita en forma de herradura.
La torre, que fue reformada en el siglo XVIII y rehabilitada recientemente, se encuentra en el sendero más visitado del Parque Natural, al que le da nombre. Se trata de un recorrido de unos 2,1 kilómetros y dificultad baja, pero que muestra los valores más emblemáticos de este espacio protegido. Discurre casi en su totalidad por un pinar de pino piñonero y en él se encuentran acebuches, palmitos, lentiscos, jaras y retamas. En el tramo final se encuentra un enebral. Entre las especies animales, destacan camaleones, zorros, meloncillos, entre otros, además de las aves que tienen su refugio en el acantilado donde finaliza el sendero.