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Barbate

“Podría haber escrito más de mil páginas de vivencias”

Manuel Varo presenta este sábado su primer libro ‘Anclados en el Paraíso’. La presentación del libro se realizará el Sábado día 12 de julio, a las 22:00 horas, en el Hoyo la Tota

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  • Manuel Varo. -

Trocitos de historias barbateñas contadas a través de dos niños, Tambucho y Emparrillao, que con la ingenuidad de la época corretean el pasado,  constituyen la línea argumental del primer libro de Manuel Varo, ‘Anclados en el Paraíso’, que verá la luz este sábado. Una recopilación de vivencias narradas con el “pincel de la memoria” donde el autor mezcla realidad y fantasía, recreando historias y tradiciones -vividas o inventadas- ambientadas en la década de los años 50-60.

¿Cómo surge la idea de escribir este libro?
–Siempre me consideré una persona normal, algo vehemente e ilusionado, y hasta puede que mis limitaciones, fueran la fuerza y la razón para enfrentarme a las cosas. Recuerdo cuando era niño, que siempre intentaba descubrir cosas. No sé, quizás tan solo porque no estaban a mi alcance. Así descubrí que todos podemos hacer cosas distintas y de mayor calado, depende de la aptitud con que nos enfrentamos a ellas.

¿Quién son Tambucho y Emparrillao?
–Son dos niños que se asoman al balcón de mi almohada y me conducen por el universo de los sueños, acercándome a los recuerdos de un pasado glorioso, y haciéndome revivir momentos entrañables, en un pueblecito de casitas blancas recostado a la orilla del mar (Barbate).

¿Qué pensaste para escribir este libro?
–Para escribir este libro, no tuve que cambiar de táctica, ni buscar otros métodos o modelos, solo tuve que aplicar, la ilusión, la entrega y el cariño. Después tuve la gran suerte de conocer en un sueño a dos niños: Tambucho y Emparrillao, traviesos protagonistas que fueron hilvanando cada trocito de historia, cariño, vivencias, vecinos, amigos, y de los momentos más felices. Que fueron tantos, que si no paro en la página 308, podría haber escrito más de mil páginas.

Vas a tener una calle con tu nombre en en pleno corazón del Hoyo de la Tota...
–Sí, en mi barrio. Es algo que nunca he perseguido, pero que agradezco enormemente a la Delegación de cultura del Ayuntamiento de Barbate, al PA y a toda asociación y amigos que se apoyan esta decisión y que me quieren. 

Sin duda, un reconocimiento a tu trayectoria en el mundo del Carnaval, del Deporte, de la Cultura... Por que fuiste jugador de Fútbol, ¿verdad?
–En los años que me toco defender al Barbate de mis amores, había un elenco de jugadores tan extraordinario que para hacerme con un puesto de defensa, antes de practicar clase y virtudes futbolísticas, en la que todos me ganaban, tuve que revestirme de garra, fuerza y decisión, entre aquellos extraordinario jugadores: Miguelete, Pacheco, Pepillo, José Varo, Rey, Andrés Marín, Jose Galindo, El Moro, Torres.

Aunque el Carnaval siempre ha sido tu fuerte...
–En el Carnaval ídem de lo mismo. Había voces que sobrepasaba mi garganta, pero la soledad de la incertidumbre, que a otros tiende a derrotarles, me servía para pensar y ahondar en mis ideas, que no eran otras que la sencillez y las tradiciones, eso sí, vistiéndola de ilusión, magia y colorido. Pero yo tuve la ayuda inestimable de mi querido amigo Guillermo Andújar, y otros muchos amigos. Me atrevería a decir que la mitad de los triunfos que en carnavales llegaron a Barbate, fue gracias a ellos.

¿Cómo valoras la situación de Barbate?
–Como barbateño me abruma, que tengamos la debilidad de restar valor a lo nuestro. Aunque eso demuestra que tenemos criterio y nuestra conducta no es borreguil, solo debemos aprender cómo defender mejor lo nuestro. Si hablamos de toros, de futbol, de carnaval, de deporte de élite, de escritores, cantaores, patrones, etc.; Barbate ha sido y es una mina inagotable de arte e ingenio.

¿Te veremos en la marcha al Retín?
–Para mí es un honor apoyar a los jóvenes que están promulgando ese barbateñismo que ha venido decayendo. Los barbateños debemos ir unido al Retín. No haced caso de los mercenarios de los conflictos y los funcionarios de la mentira, que con torpes conocimientos y egoísmos particulares, siempre se han desentendido y no han llevado a la destrucción de nuestras ideas, confundiéndonos con sus mediocridades. Barbate, siempre fue un pueblo valiente, lo ha venido demostrando desde que se hiciera independiente.

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