Un encuentro que comenzó a las diez de la mañana con la llegada de los participantes procedentes de 75 ayuntamientos de la provincia. Casi 70 monitores eran los encargados de dividir a los mayores por grupos y colores según el circuito de actividades físicas programado para la jornada, en el que se incluían todo tipo de deportes. “Los monitores somos los mismos que habitualmente nos encargamos del programa que lleva a cabo la Diputación en cada uno de los municipios”, explicó Aitana de la Haza, una de las responsables del grupo de Estepona.
A pesar de las más de tres horas de movimiento ininterrumpido, el cansancio no hacía mella en los participantes, y es que la mayoría realiza algún tipo de deporte en su municipio. “Venimos entrenados de casa, hago gimnasia tres veces por semana. Realizo todo tipo de actividades pero si tengo que elegir me quedo con el aerobic porque une baile y música”, detalló, mientras no perdía el ritmo de la clase, Francisca Ruiz de Cártama.
”Un gran día”
Gran parte de los mayores repetían la experiencia y habían participado en alguna de las ediciones de este encuentro que los ha llevado hasta otras zonas de la provincia. “Estuvimos en Torrox y fue también un gran día, creo que cada año somos más”, aclaró Paqui Delgado, participante de Antequera.
Las primeras horas de la mañana las dedicaron a actividades de mantenimiento y calentamiento de cara al encuentro conjunto que clausuraría el circuito físico. “Hemos hecho movimientos generales para ejercitar todo el cuerpo, usando distintos instrumentos; ahora en este último principalmente es aerobic”, detalló Luis de la Haza, otro de los monitores.
La lluvia hizo que el pabellón Fernando Argüelles fuera finalmente el espacio elegido para la última de las actividades en la que un animador daba paso a los monitores de los distintos municipios que iban realizando diferentes tablas de ejercicios. La instalación deportiva vibraba con el ritmo y la destreza de los miles de participantes que no dudaron en intervenir, como el grupo de Archidona, que cantó unas sevillanas con letras dedicadas al encuentro.
Para que todo saliera a pedir de boca, desde el ente supramunicipal se preparó, también, un plan de seguridad y transporte para evacuación, circulación de personas y vehículos, trayectorias más idóneas de acceso y acceso a Antequera, entre otras cuestiones.
El día había sido duro y tocaba reponer fuerzas. Un almuerzo en el hotel Antequera Golf puso fin a una jornada en la que los participantes demostraron otra vez que el deporte no entiende de edad.
