Con la llegada de la primavera, bares y restaurantes de Barbate inician la temporada de los caracoles con el anuncio en cartelería de “Hay caracoles”, para consumir en el local y también para llevar.
Con el toque personal de cada uno y sus ingredientes secretos, la receta tradicional de los caracoles al poleo comienza por dejar ayunar a los caracoles en un recipiente grande bien tapado durante al menos 24 horas. Lavarlos dos o tres veces y de forma continua con agua fría, hasta que suelten las babas. Ponerles sal y echarlos en una olla grande, cubriéndolos de agua fría. Dejar la olla a fuego muy lento hasta que asomen los caracoles. Echar las especias, bien en la bolsita o sueltas majadas en mortero (guindilla, comino, culanto y pimienta negra...) con una pizca de sal y las cabezas de ajo enteras y el poleo. Dejar hervir hasta que se vea el caldo oscuro y listo para servir.
Hay quienes los prefieren muy picantes, otros más suaves, están los amantes de los caracoles en tomate y un sinfín de recetas más a las que se presta este exquisito manjar de temporada.
Lo cierto es que en Barbate, como en todo, se cuentan por cientos los especialistas en el arte de cocinar estos moluscos que se ofertan en bares y restaurantes, y también en casas. De hecho, en Bar Avenida, Bar Mateo, los Seis Grifos, en el Bodegón del Mar, en El Sitio, la Peña Flamenca, Cocinamos por ti (en el Mercado de Abastos), La Tasca, Nuevo Bar Almanar, Cafetería Bar Ridu, Bodeguita Almabrazo; etc.; ya se ofrecen ‘fuera de carta’; y serán muchos más los que se van sumando durante estos días, como los esperados caracoles de Agustín, en la Peña Los Bandoleros o los de Camarón, entre muchos otros.
No lo dude y pruébelos. Los caracoles son productos de temporada y con notables beneficios nutritivos: pobre en grasas, pocas calorías y rica en proteínas. Y ya nos dirás en qué bar o restaurante te gustan más.