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Cádiz

Más muros, más desplazados, más muertos

La organización gaditana Tierra de Todos alerta de la grave tragedia de la inmigración en un informe que revela más de 4.000 muertos en España en 2021

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  • Imagen de archivo de varios migrantes a su llegada a la costa española. -

Uno de los últimos legados que dejó el sacerdote Gabriel Delgado fue iniciar en Cádiz una protesta con forma de círculo. Cada miércoles de una semana en la que se había producido alguna tragedia de la inmigración clandestina, el padre Gabriel, entonces secretario diocesano de Migraciones del Obispado de Cádiz y Ceuta y responsable de Tierra de todos, convocaba una concentración silenciosa para honrar a los desaparecidos y reclamar soluciones. Lo hacía en el centro de la plaza de la Catedral de Cádiz. Delgado murió el pasado 12 de noviembre, pero su herencia continúa en forma de círculo. Hay motivos. Según el último balance de la organización Tierra de Todos, 2021 ha dejado 4.404 ahogados en la costa, se han levantado más muros y cada vez hay más desplazados de sus hogares en diferentes países del mundo.

El círculo de silencio de Cádiz se convocó el pasado miércoles en la plaza de la Catedral. “Queremos que este silencio se convierta en una pregunta a gritos que toque nuestras conciencias: ¿Cuántas personas más tienen que morir para que salgamos del letargo de nuestra comunidad”, leyó Jerónimo Vicente, actual coordinador de Tierra de Todos.

Hay razones para gritar, en virtud del informe sobre migraciones de 2021 con el que cuenta Tierra de Todos. “El año que acabamos de cerrar nos ha sacudido con fronteras cada vez más cerradas, muros más altos, campos de refugiados que arden y un vergonzoso goteo de migrantes que mueren en el Mediterráneo cada día intentado buscar una vida más digna”. El último ejemplo se veía con la llegada de una patera el pasado lunes a la playa de La Caleta, con 15 personas a bordo. La desesperación, expuesta a las puertas de casa de los gaditanos.

Dice Tierra de Todos que el Mediterráneo se ha convertido en 2021 en unas aguas letales. Han fallecido en el intento de llegar a España por su costa 4.404 personas, con 21 nacionalidades diferentes. De ellos, 628 eran mujeres y 205 menores. En este año la ruta más mortífera ha sido la canaria. Un estudio de la asociación Caminando Fronteras revela, además, que el 94,8 % de los cuerpos estos 4.404 ahogados han desaparecido.

“Detrás de estas muertes están las mismas causas que generan la pobreza en el mundo”, lamenta el coordinador de Tierra de Todos. La situación bélica que padecen muchos países es la principal razón de muchas de estas migraciones. Según este informe, uno de los movimientos de población más importantes se produjo el año pasado en Tigray, en Etiopía, donde se han recrudecido los saqueos y los ataques violentos, que impiden, incluso, la actuación de organizaciones humanitarias.

Otros países africanos perjudicados por conflictos armados fueron República Centroafricana, donde a las elecciones le siguieron enfrentamientos violentos; Darfur, en Sudán, que continúa sufriendo violencia intracomunitaria: el Congo, con actuaciones atroces de grupos organizados; o Burkina Faso, donde han aumentado ataques de yihadistas.

No ocurre solo en África. En 2021 se produjeron 250.000 desplazados en Afganistán, con la toma de poder de los talibanes. En América del Sur, se calcula en un millón los que han tenido que salir de sus hogares en México y Centroamérica debido a la violencia, la extorsión, el reclutamiento para la prostitución, la falta de oportunidades, el cambio climático, o la crisis derivada de la pandemia de coronavirus. Este año México, además de ser país de transición a Estados Unidos, se ha convertido en un destino de refugiados con 116.000 solicitudes de asilo.

En Europa, pendiente de la crisis prebélica que se vive en Ucrania en 2022, se vivió una crisis en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. La Unión Europea acusó a Bielorrusia de ayudar a los migrantes a cruzar de manera ilegal hacia Polonia, como represalia a las sanciones impuestas por las violaciones de los derechos humanos tras las polémicas elecciones presidenciales que se había celebrado el año anterior, en 2020. De esta forma, miles de personas, procedentes de países como Irak o Afganistán, se quedaron atrapadas en la frontera. Eso llevó a la ONU a reclamar a los dos países una solución a esta crisis migratoria. Una solución que el año pasado no terminó de llegar.

Tierra de Todos sostiene que estos conflictos internacionales, que parecen lejanos para los gaditanos, deben remover las conciencias de todos, porque, como se ha visto en la llegada de pateras a nuestras playas, termina llamando a las puertas más cercanas. Y también porque la solidaridad no entiende de kilómetros ni distancias.

Gabriel Delgado sostenía que los círculos de silencio que se organizan en la plaza de la Catedral de Cádiz eran una forma de gritar. Ese silencio en forma de círculo servía como símbolo de cercanía y solidaridad con las personas migrantes y refugiadas que han perdido la vida y sus familias. Y también para plantear preguntas que duelen. ¿Cuántas tragedias tienen que ocurrir para despertar del letargo?. ¿Cuántas muertes más para que los gobiernos establezcan rutas y vías legales y seguras para que las personas puedan migrar con dignidad?

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