Consecuente con sus ideas hasta el final. Así es Sebastián Terrada, el portavoz del grupo municipal de IU en el Ayuntamiento de Cádiz. Siempre se ha mostrado en contra de que los políticos se perpetúen en el sillón. Por eso, tras ocho años como portavoz de su grupo decide dejar el primer plano y dejar paso a una cara nueva que pueda seguir aportando al proyecto de esta formación de izquierdas. Para él, lo mejor de estos ochos años al frente del grupo ha sido el estar en contacto permanente con los problemas de la ciudad.
—¿Qué balance hace de estos ocho años como concejal?
—Ha sido una experiencia muy enriquecedora por la cantidad de personas que he conocido y por la oportunidad que me ha dado de conocer de cerca y en profundidad los problemas de esta ciudad. Este cargo te da una dimensión y una perspectiva de la ciudad que si la sabes aprovechar es muy enriquecedora. Eso es lo que me llevo en mi mochila personal.
—¿Ha decidido que acaba esta etapa para usted y ya no será más el candidato de IU a la Alcaldía?
—Creo que ocho años son suficientes y además tengo el convencimiento de que cualquiera de los compañeros que se han presentado a las primarias lo van a hacer bien. Estoy satisfecho porque durante varios años he representado a una parte importante del electorado de Cádiz. Creo que la gente demanda que los políticos no se eternicen. Teófila Martínez por ejemplo lleva 20 años aquí, y tiene a gente en su equipo que lleva 30 años ligada a la política activa. La gente ya no quiere eso, ni quiere que los que están en política vivan de ello. En este sentido, a mí me gustaría subrayar que en ningún momento me he lucrado de la política, ni yo ni mis compañeros de grupo. El dinero que percibimos por el escaño va directamente para el partido. La política debe ser una vocación y no una profesión. Si se empieza a ver como un nicho de empleo mal vamos. Y lo malo es que eso es lo que se está implantando.
—¿Cuáles han sido los principales logros de su gestión al frente del grupo municipal?
—Hay muchas iniciativas que el PP nos ha rechazado en los plenos y que luego han llevado a cabo. Hemos intentando plantear propuestas bien motivadas, fundamentadas en peticiones que nos hacían la gente de la calle y colectivos sociales. Si hubiésemos gobernado se hubiesen conseguido más cosas, porque nuestro modelo de ciudad es radicalmente distinto al del Partido Popular. Es penoso que sigamos estando a la cabeza de lo malo y a la cola de lo bueno. Me enorgullezco de haber puesto mi grano de arena para aumentar la representación de IU en el Ayuntamiento. En todo este tiempo me habéis visto participando en manifestaciones pero también he estado en muchos lugares que no salen en la prensa pero que después tienen un reflejo directo en el cariño que te demuestra la gente por la calle.
—¿Todo no llega al Pleno?
—Hay asuntos de urgencia que hay que solucionar lo antes posible. Esas cosas no se ven pero da igual porque lo importante es ayudar a solucionarlo. Mucha gente viene a ti en busca de ayuda y a veces se ha conseguido solventar el problema. Como te puedes imaginar, es muy gratificante.
—¿Los gaditanos son conscientes de cómo está la ciudad?
—Yo diría que sí, porque aquí se visualizan bien los problemas y el que más y el que menos tiene a alguien en su familia en situación de verdadera necesidad. Los políticos no sólo tienen que hablar con las personas, también tienen que escucharlas, sobre todo hay que saber escuchar.
—¿Qué cree que va a pasar en las próximos municipales?
—De cara a las próximas elecciones pienso que es deseable iniciar un proceso de convergencia de las formaciones de izquierda para que se plantee una candidatura fuerte que haga frente al gobierno del PP. Creo que es lo que la gente demanda
—¿Con esa convergencia será posible derrotar a Teófila Martínez?
—Teófila tiene un electorado fiel que va a la baja pero no nos podemos fiar. Martínez está cada vez más desgastada por el paso del tiempo y ha cometido errores que la gente le critica. Por salud democrática considero que no debería seguir como alcaldesa. La gente se está dando cuenta de que es una persona sumisa a su partido y el ejemplo de la Zona Franca de Sevilla ha sido claro y rotundo. Nosotros ya advertimos de que Juan Ignacio Zoido, el alcalde de Sevilla, lo llevaba en su programa electoral, y lo dijimos en el Pleno, pero no nos hicieron caso. Espero que esa coalición de izquierdas vaya para adelante, se llame como se llame, y desbanque a Teófila.
—¿Qué opina de los presupuestos para Cádiz?
—No son presupuestos para incentivar el empleo en Cádiz precisamente. Se sigue destinando mucho dinero al segundo puente, y personalmente pienso que si pasa de los 500 millones es un despilfarro que tienen que explicar, porque es casi el doble de lo presupuestado en un principio. La gente tiene derecho a saber el por qué de ese incremento. En definitiva, pienso que son unos presupuestos rácanos para Cádiz diga el PP lo que diga.
—¿Alguna anécdota que recuerde de los plenos?
—No es una anécdota pero sí lo quiero resaltar. Recuerdo que pedimos un Pleno extraordinario por el día contra la violencia hacia las mujeres, y se aprobó. Esa sesión fue muy especial porque el Salón de Plenos se llenó de colectivos de mujeres que contaron de primera mano su forma de trabajar. A mí me emocionó mucho ese día y lo recuerdo con especial cariño.
—¿Y algún capítulo absurdo vivido en los plenos?
—Lo más absurdo de los plenos es que el PP está instalado en el insulto, en lugar de presentar propuestas contundentes con argumentos. El PP ha hecho del Salón de Plenos del Ayuntamiento de Cádiz un miniparlamento andaluz. Todo lo que presenta es para instar a la Junta de Andalucía, pero nada de propuestas concretas para la ciudad.
—¿En estos ocho años y medio qué evolución ha percibido en los plenos?
—Poco a poco se ha ido instaurando un formato de Pleno basado en ataques absurdos. Mi grupo puede presumir de que hasta ahora no hemos entrado en ese juego. Hemos hecho una política con mayúsculas, con propuestas, sin descalificar ni humillar a nadie. Eso debería ser lo normal, pero desgraciadamente no es así. Los plenos deben servir para aportar soluciones con independencia del grupo político del que vengan. También me parece lamentable que los concejales se levanten y se marchen sin escuchar a la gente que quiere hablar con ellos y han pedido el turno de palabra aguantando hasta el final de la sesión. Tenemos la obligación de escucharlos y de atenderlos, porque estamos para eso. Lo que no es normal es que los colectivos tengan que acudir a la oposición para hacerse escuchar, porque los concejales del equipo de Gobierno no los atienden. Eso no puede ser, empezando por la alcaldesa que debe ser quien más se preocupe en acercarse a esas personas, porque no hay nada de malo en ello. Siempre no se te van a acercar para aplaudirte, alguna vez tiene que ser para pedir que les soluciones un problema. Lo mínimo es escuchar a esas personas y si encima está en tus manos hacer algo por ellas, pues mejor todavía.
—Ha coincidido con Rafael Román, Marta Meléndez y Fran González como portavoces del PSOE, ¿con quién ha tenido mejor relación?
—Con todos ha habido una relación cordial.
—¿Y se lleva bien con algún concejal del PP?
—Ni bien ni mal. Evidentemente, algunos son más receptivos que otros y te atienden mejor o están más dispuestos a dialogar, pero no voy a dar nombres.
—¿Le va a dar pena dejar su cargo?
—Ha sido una decisión personal muy pensada y meditada. Se la comuniqué a la dirección del partido hace varios meses, aunque lo hice público recientemente. Como he dicho antes estoy muy satisfecho con lo que he hecho durante todo este tiempo. Para mí ha sido una grata experiencia y supongo que me dará nostalgia en algunos momentos, pero pienso seguir trabajando por mi ciudad desde un segundo plano. Mi vocación política va más allá de ocupar un cargo.