El Juzgado de Instrucción número 1 del Puerto de Santa María, en Cádiz, ha decretado la puesta en libertad con cargos para F.J.G.G., el hombre que este viernes fue detenido en Puerto Real por llamar al Servicio Andaluz de Salud (SAS), haciéndose pasar por militar, asegurando que acababa de regresar de Sierra Leona y que presentaba los síntomas del ébola.
Así lo ha indicado en una nota la Policía Nacional, después de que en la misma mañana de este sábado el detenido hubiera pasado a disposición de la autoridad judicial.
La Delegación del Gobierno en Andalucía informó el viernes por la noche de que se trata de un vigilante de seguridad de 40 años de edad, cuya llamada provocó la activación del protocolo. El Juzgado de Instrucción número 1 del Puerto de Santa María, en Cádiz, ha decretado la puesta en libertad con cargos para F.J.G.G., el hombre que este viernes fue detenido en Puerto Real por llamar al Servicio Andaluz de Salud (SAS), haciéndose pasar por militar, asegurando que acababa de regresar de Sierra Leona y que presentaba los síntomas del ébola.
Así lo ha indicado en una nota la Policía Nacional, después de que en la misma mañana de este sábado el detenido hubiera pasado a disposición de la autoridad judicial.
La Delegación del Gobierno en Andalucía informó el viernes por la noche de que se trata de un vigilante de seguridad de 40 años de edad, cuya llamada provocó la activación del protocolo correspondiente por parte del SAS y el desplazamiento del equipo sanitario al lugar en el que se encontraba.
Los servicios sanitarios y la Policía comprobaron posteriormente que se trataba de un engaño que ha tenido "graves" consecuencias, ya que obligó a activar los protocolos de la comunidad autónoma, del Gobierno de España y del Ministerio de Defensa.
Desde el primer momento se trabajó de forma conjunta desde el Gobierno de España y el Gobierno andaluz, tanto en la activación de los protocolos como en la investigación posterior después de que los gerentes del hospital Puerta del Mar denunciaran la falsa alarma. por parte del SAS y el desplazamiento del equipo sanitario al lugar en el que se encontraba.
Los servicios sanitarios y la Policía comprobaron posteriormente que se trataba de un engaño que ha tenido "graves" consecuencias, ya que obligó a activar los protocolos de la comunidad autónoma, del Gobierno de España y del Ministerio de Defensa.
Desde el primer momento se trabajó de forma conjunta desde el Gobierno de España y el Gobierno andaluz, tanto en la activación de los protocolos como en la investigación posterior después de que los gerentes del hospital Puerta del Mar denunciaran la falsa alarma.
