“El barrio está volviendo atrás y estamos viendo cosas como en los años 80”, afirmaba Chari Romero, vecina del Cerro del Moro que acudía a la convocatoria en contra de los ‘narcopisos’ realizada por la asociación Amigas al Sur. “Pretendemos que ahora que nuestro barrio es más moderno no vuelva la droga y veamos cosas malas”.
Ahora hay mucha reyerta, “nadie está seguro a pesar de la presencia de las fuerzas de seguridad”. En la zona “hay bastantes narcopisos y nosotros los vemos cómo entran y salen”. Todos los asistentes coincidían en que “hay que enseñar los dientes, demostrar que no tenemos miedo”. Las madres que había en la concentración afirmaban que temían por la juventud, porque “cada vez se están echando a perder antes”, aseguraba una de las participantes.
Desde la Asociación de Familiares de Enfermos Duales (Afedu) reclamaban la implicación de las asociaciones de vecinos en este problema que afecta a todos los barrios. “Queremos que se conciencien todos los barrios, que la gente ayude que le haga frente a los que venden”, afirmaba la presidenta de Afedu, Lola Callealta. El repunte de la presencia de las drogas no es una cuestión de uno o dos barrios puntuales, sino que “se da en todos los barrios. Es una cuestión que afecta a toda la ciudad”.
Antes, según les informó el jefe de la Policía Local, era más fácil cogerlos en la calle con droga encima, pero ahora al ser el narcotráfico en los pisos se necesita una orden judicial para poder acceder.
Aunque este asunto se abordaba en una de las reuniones del Plan de Salud, fue al ver “cómo los jóvenes se enfrentaban a la propia venta de drogas” como surgió la idea de manifestar el rechazo a esta lacra en el Cerro del Moro, explicaba Pepa Fernández, presidenta de Amigas al Sur. A la convocatoria se unían colectivos como Afedu o Sueña Puntales, así como una veintena de vecinos del entorno.