Un investigador gaditano del Dublin Institute for Adavanced Studies (DIAS), Rubén Fedriani, ha liderado un equipo internacional de astrofísicos de siete instituciones en seis países diferentes que ha medido por primera vez la masa y la energía total de un chorro protoestelar lanzado por una estrella joven masiva -una protoestrella en el argot científico-, el cual "juega un papel fundamental" en la formación estelar.
En una nota del instituto irlandés, se afirma que los resultados de este estudio "sugieren la existencia de un mecanismo común en la formación de chorros en protoestrellas de baja y alta masa", lo que supondría "un nuevo descubrimiento en la formación de estrellas masivas".
El trabajo ha sido realizado por el grupo de formación estelar de DIAS y por la University College Dublin (UCD), donde Fedriani es estudiante de doctorado en ambas instituciones.
El gaditano, licenciado en Matemáticas en la Universidad de Cádiz (UCA) y con un Máster en Astrofísica en la Universidad Complutense (UCM) de Madrid, ha estado al frente de la colaboración internacional que ha desarrollado este estudio.
Según Fedriani, "estamos un paso más cerca de afirmar que la formación de estrellas de alta y baja masa no son tan diferentes, después de todo" y ha asegurado que "nos encontramos a la vanguardia de la ciencia en este área".
Asimismo, el gaditano ha destacado que "tener acceso a los mejores
telescopios del mundo y a colaboraciones internacionales, nos ha ayudado enormemente en este trabajo".
Por su parte, el astrofísico italiano de DIAS y co-autor del estudio, Alessio Caratti, ha añadido que "esta investigación es otra pieza importante del puzzle" y ha subrayado que "después de muchos años de debate, finalmente estamos entendiendo cómo se forman las estrellas
masivas, es decir, acumulando materia a través del disco, mientras que al mismo tiempo expulsan chorros potentes y altamente colimados".
Para elaborar el estudio, el equipo internacional ha utilizado datos de algunos de los observatorios más importantes del mundo, entre ellos, Hubble Space Telescope (HST), Karl Jansky Very Large Array (VLA) y Very Large Telescope (VLT, que pertenece al Observatorio Europeo Austral, ESO por sus siglas en inglés).
Los resultados de la investigación fueron publicado el pasado 9 de agosto en la prestigiosa revista científica Nature Communications.